martes, 19 de junio de 2012

Callos multicolores



Entró en la furgoneta, se sentó ante el volante, arrancó y marchó calle arriba. Mi compañera y yo nos miramos estupefactos. No entendíamos que relación podría tener una tintorería y los callos.

Aunque pensándolo bien, la idea era la mar de original. Por la variedad de colorido que adquirirían los callos. Hasta ahora siempre los habíamos tomado con una salsa ligeramente marrón o como muy extraña tendiendo a asalmonada. Pero nada más. A partir de este momento la cosa tendría una variante arcoirisada CALLISTA. Veríamos los callos a la madrileña, por ejemplo, del color que más nos apateciera. El comensal elegirá entre una amplia gama, porque el restaurador le exibirá en la carta toda una paleta multicolor, fotografiados tal y como hayan salidodespués del entintado: morados, azules, amarillos, rojos, verdes... en fin, como las alfombras, los calcetines, las bragas, los calzoncillos...

Es mas, podría elegir el color haciéndolo concordar con la ropa que llevara, para que la coherencia subiera un punto para salir al paso de la contradicción en que a veces caemos como individuos, como personas sujetas a dudas en momentos determinados ¡los callos nos ayudarían con su variado colorido! Apoyándose en su estómago que suele jugar muy malas pasadas a la moralidad de los personajes de la historia de la humanidad: el caminar por el mundo con esta posibilidad arcoirisada en materia de callos sería menos titubeante.

Vamos a poner un ejemplo, por ejemplo, (es solo un ejemplo entre una inconmensurable cantidad): va a producirse una huelga general en el sector en que trabaja el individuo del ejemplo. Y él es rojo. Muy muy rojo. Debe seguir por tanto la huelga. Adherirse de lleno. Pero puede peligrar su puesto de trabajo. Para disimular la víspera se viste de azul. Sin el yugo y las flechas y sin la gaviota, por supuesto. Él es muy hombre. Los jefes son muy amables con él. Lo invitan a comer. Opíparamente. Elige callos a la madrileña. Color aguirregallardonista. Azules. Muy muy azules. Lo que le ayuda para comenzar el día siguiente que empieza la huelga como un azulado esquirol.

Además había comprobado que los calzoncillos habían adquirido un azulado marino. Como íbamos dándonos cuenta, las ventajas del entintar callos eran innegables. Esto se nos ocurría, escojonándonos de risa, mi compa y yo,viendo alejarse la furgoneta que mostraba una letras muy, muy claras: "Tintorería La Selecta. Especialidad en callos".

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