lunes, 9 de mayo de 2011

El movimiento poético guatemalteco y IV


El libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez que editó Zero, S.A. en Madrid, allá por octubre 1969, es en realidad una antología de la que hemos reproducido el prólogo compuesto, como habrán visto o leído por una 'Introducción', 'Reseña histórica' y 'Saker-Ti' se estructura de la siguiente manera:

I. Poetas anteriores a la época revolucionaria, que comenzó en 1944, con producción entroncada a este movimiento:

-Enrique Juarez Toledo, con el poema 'Imagen del siglo XX', del libro 'Inerme como el olvido'. Editorial Martí, 1965
-Enrique Juarez Toledo, con el poema 'Mientras la luna empolla en Oriente'
-Enrique Juarez Toledo, con el poema 'Sonsonete del inerme'
-Miguel Angel Asturias, con el poema 'Bolivar', publicado en la revista 'Guatemala Comercial', septiembre de 1966
-Miguel Angel Asturias, con el poema '¡Salve, Guatemala!'
-Miguel Angel Asturias, con el poema 'Credo', tomado de 'Guatemala Comercial'
-Miguel Angel Asturias, con el poema 'Poema', declamado por Miguel Angel Asturias en el acto de entrega del Quetzal de Jade y publicado en el diario 'Gráfico' el 23 de julio de 1968
-Otto Raúl González, con el poema 'Color de Alegría', tomado de la revista 'Guatemala Comercial'
-Otto Raúl González, con el poema 'Resistencia del pueblo', tomado del libro 'Poemas patrióticos', editado en Guatemala

II. Poetas del grupo Saker-Ti

A) Primera ola:

-Roberto Paz y Paz, con el poema 'Así eran mis bueyes', segundo premio del Concurso Literario de Chiquimula, agosto de 1948
-Roberto Paz y Paz, con el poema 'Reconstrucción de la luz', publicado en la revista Saker-Ti
-Jaime Díaz Rozzoto, con el poema 'Seis cantos a la escuela de la libertad' (extracto) de Ediciones Saker-Ti, Guatemala, 1948; 'Canto número II'
-Melvin René Barahona, con el poema 'Las guitarras del exilio' (fragmentos), tomado de 'Guatemala, su nombre inmortal. Antología'. Ediciones Revista de Guatemala
-Melvin René Barahona, con el poema 'Segunda ciudad mártir' del poemario 'Las guitarras del exilio' (fragmento)
-Melvin René Barahona, con el poema 'Todo pasará' del poemario 'Las guitarras del exilio' (fragmento)

B) Segunda ola:

-Oscar Cruz Palencia, con el poema 'Invocación', de la revista 'Guatemala Comercial'
-Otto René Castillo, con el poema 'Vámonos, Patria, a caminar' (fragmento), del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar', publicado por Ediciones Guatemala en 1965 
-Otto René Castillo, con el poema 'Libertad' del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar' 
-Otto René Castillo, con el poema, 'La tumba de Dios', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'El hambre', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'Informe de una justicia', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'Obreros del algodón', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'Intelectuales apolíticos', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'Frente al balance, mañana', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Otto René Castillo, con el poema 'Madre dolorosa', del poemario 'Vámonos, Patria, a caminar
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Alabanza de tus puños', tomado de la antología 'Guatemala, tu nombre inmortal'. Ediciones Revista de Guatemala
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'En el desierto', del libro 'Mi buena amiga muerte y otros poemas vivos'. Guatemala, octubre de 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Ofrecimiento del amor mas justo', del libro 'Mi buena amiga muerte y otros poemas vivos'. Guatemala, octubre de 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Filosofía' del libro 'Poemas fidedignos'. Guatemala, febrero de 1967
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'La batalla del verso' del libro 'Poemas fidedignos'. Guatemala, febrero de 1967
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Nosotros, en la tierra' del libro 'Poemas fidedignos'. Guatemala, febrero de 1967
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Conciencia' del libro 'Poemas fidedignos'. Guatemala, febrero de 1967
-Julio Fausto Aguilera, con el 'Petición por mi patria', del libro 'Poemas amantes', 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Solo un sueño, soñamos...' del libro 'Poemas amantes', 1965.
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Lo que ansío' del libro 'Poemas amantes', 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Zapatos rotos', del libro 'Poemas amantes', 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'El poeta camina hacia la cárcel', del libro 'Poemas amantes', 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'A la patria en septiembre', septiembre de 1965
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Conozca Guatemala'
-Julio Fausto Aguilera, con el poema 'Pequeño himno al trabajo', del libro 'Poemas fieles', Guatemala, octubre de 1964
-Francisco Acevedo, con el poema 'Retrato de mi barrio' del libro 'Retratos poéticos'

III. Poetas independientes:

-Romelia Alarcón Folgar, con el poema 'Epístola irreverente a Jesucristo', del libro 'Poemas de la vida simple'. Editorial José Pineda Ibarra; Guatemala, 1963
-Luis Alfredo Arango, con el poema 'Informe para hoy mismo', primer premio del Certamen A.E.U., 1961. Publicado en la revista 'Guatemala Comercial'
-Luis Alfredo Arango, con el poema 'Extractos del ''Papel y Tusa'', publicado en Guatemala en mayo de 1967
-Francisco Morales Santos, con el poema 'El niño pobre sufre', publicado en el libro 'Ciudades en el llanto', 2.ª edición. Editorial Itsmo, Guatemala, 1965
-Carlos Zippel y García, con el poema 'La A.E.U. a la memoria de los compañeros: Alvaro Castillo Urrutia, Julio Juarez, Salvador Orozco, Julio Acevedo', publicado en la revista 'Informador estudiantil', de la A.E.U. en Guatemala, junio de 1961
-Carlos Zippel y García, con el poema 'Un día'
-Carlos Zippel y García, con el poema 'A Otto René Castillo' (fragmento)
-Carlos Zippel y García, con el poema 'Aquel fuego de octubre'
-Roberto Obregón Morales, con el poema 'Aprendiz de profeta' (extractos del libro. Ediciones Vanguardia. Guatemala, mayo de 1965)
-Mario René Matute, con el poema 'Ante los crímenes de Peralta Azurdia'
-Mario René Matute, con el poema 'Buenas noticias'
-Marco Antonio Flores, con el poema 'Sentencia', tomado del libro 'La voz acumulada
-Marco Antonio Flores, con el poema 'La voz acumulada', editado en el libro del mismo título. Guatemala, 1964. Imprenta El Faro
-Werner Ovalle López, con el poema 'Fragmento de ''El  canto vivo'', tomado de 'Corona de la Vida'. Publicado por la Universidad de S. Carlos de Guatemala, Colección de Autores Guatemaltenses Carlos Wyld Ospina, 1962
-Werner Ovalle López, con el poema 'Padre nuestro maíz', de 'Corona de la Vida', antología de W.O.L., presentada por Oscar Arturo Palencia. Ediciones Universidad de San Carlos de Guatemala, 1962
-Manuel José Arce, con el poema 'Manifiesto de Diciembre'
-Raúl Leiva, con el poema 'Guatemala'

Datos de biográficos de:

-Otto René Castillo 
-Julio Fausto Aguilera
-Miguel Angel Asturias
-Marco Antonio Flores
-Abelardo Rodas
-Mario René Matute García-Salas
-Roberto Paz y Paz González
-Carlos Zippel y García
-Franxcisco Morales Santos
-Werner Ovalle López
-Francisco Acevedo

Vocabulario

domingo, 8 de mayo de 2011

M.ª Luisa Rodríguez: El movimiento poético guatemalteco III (1) (*)


Por ahí, en la red, alguien, que dice ser guatemalteco, reclama que se ponga la antología 'Poesía Revolucionaria Guatemalteca' porque merece -según declara- la pena que esté al alcance de los lectores ya que es muy valioso e inencontrable. Y nosotros que tenemos ese libro, esa antología, iremos escribiendo poco a poco el prólogo -compuesto de  'Introducción',  'Reseña histórica' y 'Saker-Ti- 'que M.ª Luisa Rodriguez hace de esa antología de poetas revolucionarios de Guatemala. Algunos de los poemas ya los hemos trasladado a la red, siempre poniendo, claro está, el nombre, apellidos del autor, la editorial, el título del libro y el año de su edición. Si esos poetas no desean estar citados o la prologuista reclama que se quite su escrito del blog lo borraremos aunque creamos que la labor que la Editorial Zero, S.A. hizo en este campo, y en otros, merezca la pena de ser conocida. 


III. Saker-Ti

 A consecuencia de las ideas renovadoras que se expandían por Guatemala, favorecidas por el nuevo giro que acababa de tomar la política de los dirigentes del país, un grupo de jóvenes estudiantes y trabajadores interesados en la literatura (algunos ya escritores consagrados, como Illescas, R. Leiva y Otto Raúl González que anteriormente habían formado parte del grupo Acento, y otros principiantes más o menos desconoccidos del público) decidieron -según cita textual de sus fundadores- 'formar una asociación que responsabilice a la juventud en el planteamiento de los problemas que afronta el hombre en nuestro tiempo frente a la crisis de la cultura'.

La primera inquietud de este grupo fue discernir con claridad cuales eran esos problemas con los que había que enfrentarse en ese momento histórico específico porque estaba atravesando su país. Se convocó con este fin la Asamblea de Artistas y Escritores Jóvenes, primera reunión de este tipo celebrada en el país.

La consecuencia fundamental de esta Asamblea fue la decisión tomada de 'forjar un nuevo tipo de cultura, que respondiendo a las exigencias del pueblo, estuviese en función de la joven democracia guatemalteca. Esta cultura tendría que ser forzosamente nacional, científica y democrática, porque recogiendo lo mejor de nuestra tradición cultural, preconizaría la dignificación e independencia de país, se opondría a la superstición e ignorancia y se colocaría al servicio de las grandes mayorías populares'. (Abelardo Rodas, artículo publicado en al revista Presencia, número 3. agosto de 1958)

Esta consigna marca el inicio de una nueva etapa en el mundo literario de Guatemala. El grupo Saker-Ti tuvo a su cargo la primera página en un importante diario de la capital, en la que se publicaban artículos sobre temas candentes y actuales de la vida política, literaria y universitaria tanto del país como del extranjero, así como poesías de variada índole. También sacaba a la luz otras publicaciones, siendo la mas importante la revista Saker-Ti. Bajo su tutela o su ejemplo se fue formando una generación de literatos y poetas, algunos jóvenes neófitos y otros ya consagrados, que se unieron a este estilo. La generación que Abelardo Rodas (artículo antes citado) denomina como 'generación revolucionaria' -denominación a la que nos unimos totalmente, ya que la revolución es la fuente de que sacan temas e ímpetu, lo que les ha dado posibilidad de llegar a ser, y su denominador común-. Después de siete años de esfuerzos, el grupo Saker-Ti vio su labor cortada bruscamente por la llegada de las tropas 'liberacionistas' de Castillo Armas. Siguió la muerte o el exilio para sus participantes. Pero no por eso perdió su  obra. En realidad tampoco triunfó totalmente el derechismo extremo en otros terrenos. La estructura social y ecónomica de Guatemala reclama a voces un cambio político que le permita ocupar el puesto a que tiene derecho dentro del marco histórico internacional del siglo XX.

El pueblo, todavía en 1967, exclamaba en el curso de una magna manifestación, el 20 de octubre (Fiesta Nacional de la Revolución): '¡Viva Arbenz!' y '¡Viva Arevalo!', mientras desfilaban por delante del palacio presidencial, flanqueado por dos tanques que apuntaban sus cañones a la multitud.

Jóvenes poetas escriben libros completos, que tienen que acabar por publicar ellos mismos o con subvenciones de compañeros y amigos, cantando a la libertad, a la igualdad y a su patria desgarrada por enfrentamientos de grupos políticos dispares y oligarquías opresoras. Otros lo hacen desde el exilio. Todos ellos desafían valientemente con su pluma la amenaza de muerte que pesa sobre sus cabezas y siguen adelante, dando ejemplo de valentía y amor.

Se pretende recoger en esta obra una mínima parte de esta producción poética 'revolucionaria' como pequeño homenaje a la labor de sus autores. Nos gustaría que sirviese para despertar la curiosidad de todos aquellos que desconociesen su existencia y para la comprensión de los valores que la han inspirado.

Se incluyen en esta obra los trabajos de poetas que fueron miembros del grupo Saker-Ti y los de otros que no lo han sido, ya anteriores o posteriores, pero cuya obra esté situada dentro de la misma iniciada por este grupo, o de algún modo relacionada con el cambio operado en el país a raíz de la llegada al poder del doctor Arévalo, en 1944.

__________

(1) Título nuestro

(*) (Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969)

sábado, 7 de mayo de 2011

M.ª Luisa Rodríguez: El movimiento poético guatemalteco II (*) (1)


Por ahí, en la red, alguien, que dice ser guatemalteco, reclama que se ponga la antología 'Poesía Revolucionaria Guatemalteca' porque merece -según declara- la pena que esté al alcance de los lectores ya que es muy valioso e inencontrable. Y nosotros que tenemos ese libro, esa antología, iremos escribiendo poco a poco el prólogo -compuesto de  'Introducción',  'Reseña histórica' y 'Saker-Ti- 'que M.ª Luisa Rodriguez hace de esa antología de poetas revolucionarios de Guatemala. Algunos de los poemas ya los hemos trasladado a la red, siempre poniendo, claro está, el nombre, apellidos del autor, la editorial, el título del libro y el año de su edición. Si esos poetas no desean estar citados o la prologuista reclama que se quite su escrito del blog lo borraremos aunque creamos que la labor que la Editorial Zero, S.A. hizo en este campo, y en otros, merezca la pena de ser conocida. 


II. Reseña histórica

El 15 de marzo de 1945 entra en funciones como presidente el profesor Juan José Arévalo, hombre de origen humilde y altos ideales políticos, que pretendió democratizar el país, dotándole de un Código laboral y un proyecto de Reforma agraria. El gran dualismo Social (sic) imperante en el país hacía ver todo tipo de reforma que benefiase a los humildes como un alevoso atentado contra la propiedad y la dignidad de los poderosos. El doctor Arévalo había contado con una gran mayoría de votos populares, y al acabar su mandato en 1951, el candidato del partido en el poder, coronel Arbenz Guzmán, se llevó el 50 por 100 de los votos totales. Este nuevo presidente prosiguió la política social de su antecesor y comenzó a aplicar las Leyes de Reforma Agraria, algo inconcebible hasta entonces. En realidad, esta reforma creaba una clase de pequeños propietarios, al repartir entre los desposeidos una serie de tierras provenientes de una expropiación muy débil; según el Decreto 900, podían expropiarse, previa indemnización por parte del Gobierno, aquellas tierras de superficie mayor a dos caballerías en barbecho y que no fuesen cultivadas. Las propiedades que no llegaran a esa extensión, cultivadas o no cultivadas, eran totalmente respetadas. Había también otras excepciones que protegían a las propiedades entre dos y seis caballerías cultivadas en sus dos terceras partes e, incluso a las de mayor extensión cuando perteneciesen a compañías agrícolas dedicadss a cultivos de artículos cuya producción está destinada a satisfacer necesidades del mercado interno y externo (sic). El Gobierno no tomó la iniciativa de formar cooperativas ni granjas colectivas en ningún momento. Pero sació (aunque en casos limitados y a un porcentaje mínimo de la población pobre de Guatemala) parte de las enormes ansiedades por tener algo propio que sufrían, y sufren, los habitantes de este país colonizado, feudalizado y tantas veces martirizado por las oligarquías locales. Estas oligarquías comprendieron que el Gobierno Arbenz era una continuación del de Arévalo y temieron que la situación pudiese prolongarse. Les asustaba no solo la tímida Reforma agraria, sino también el hecho de que los comunistas y sus principios comenzaron a ser respetados entonces. En realidad, el gobierno estaba apoyado por tres partidos políticos: el P.A.R. (Partido de Acción Revolucionaria), el P.R. (Partido Revoloucionario) y P.G.T. (Partido Guatemalteco de Trabajo). Este último era el único que poseía una ideología comunista, y únicamente 4 de los 45 diputados del Congreso Guatemalteco pertenecían a este partido; pero su influencia era clara, y la tónica general de la nación era 'abiertamente comunista': se tomaban en consideración las necesidades de los indígenas y ladinos; se pretendía aumentar el número de escuelas y reducir el enorme porcentaje de analfabetismo entre el pueblo; se permitió la formación de grupos culturales de tendencia izquierdista, etc., y la oligarquía nacional decidió salvar a Guatemala de tal estado de cosas cuanto antes.

Por supuesto, los rebeldes contaban con la ayuda extranjera. Una de las compañías internacionales más importantes (la United Fruit Company) poseía grandes extensiones de terreno en Guatemala, en parte dedicadas a la explotación bananera y de piñas, y en parte sin cultivar. También poseía la única comunicación posible de la costa atlántica con el resto del país: una línea de ferrocarril. Los intereses de esta compañía se vieron afectados doblemente: parte de sus tierras fueron expropiadas al aplicarse el Decreto 900, y se empezó la construcción de una carretera que uniese el puerto de Santo Tomás (también iniciativa de este Gobierno, emplazado a 20 kilómetros de Puerto Barrios, que era de hecho controlado por la Frutera) con la capital.

Estas medidas fueron sin duda excesivas y  de clara inspiración comunista.

Estados Unidos mandó a un nuevo embajador a Guatemala en diciembre de 1953, J. E. Perufoy. Personaje conocido políticamente por su ubicuidad en los momentos cruciales de caídas de Gobierno en los diversos países.

Los guatemaltecos disidentes, al mado del coronel Castillo Armas, emprendieron un plan de entrenamiento en Honduras y Nicaragua (a la sazón bajo el Gobierno de los Somoza); Estados Unidos proporcionó armas a este 'ejército de liberación', como se denominó a si mismo, para que pudiese acelerar su ataque. También se afirma en medios informados de Guatemala, la asistencia proporcionada por la United Fruit Company, quien parece que proporcionó a los rebeldes aviones al precio de un dolar (incluyendo piloto norteamericano, armamento y municiones suficientes). En cualquier caso, es un hecho que los Estados Unidos reconocieron su intervención en la caída del Gobierno Arbenz en Guatemala mediante el Plan Dulles, en junio de 1954. Y desde el principio se publicaba en la prensa norteamericana que la U.F.C. suministraba ayuda financiera a los seguidores de Castillo Armas, que se entrenaban en Honduras y Nicaragua.

El resultado de esta lucha entre el Gobierno popular de Guatemala y la alianza de la oligarquía de este país y el gran coloso del Norte no podía haber sido otro: las tropas del coronel Castillo Armas invadieron  el territorio nacional el 18 de junio de 1954. En esta tarde, modernos aviones sobrevolaron la ciudad de Guatemala, Puerto Barrios y Puerto San José, dejando caer su carga de bombas. Era la primera vez que muchos guatemaltecos veían esos monstruos metálicos que tanto ruido hacían, y las gentes sencillas salían a las puertas de sus casas y chozas o a la calle movidos por la curiosidad. Triste curiosidad que les convertía en blanco fácil para las armas de fuego que desde los aviones barrían de metralla el suelo. Fue una especie de gran trágico acto final a la efímera ola de optimismo proporcionada por las reformas de un Gobierno que no supo defenderse. La única forma de defender el gobierno constituido hubiese sido armar al pueblo. Pero el presidente Arbenz no se decidió, o no tuvo fuerza moral suficiente para tomar esa determinación, o, tal vez, no era tan comunista como se le achacaba, y tuvo miedo del pueblo en el último momento. 

El 28 de junio entregó el poder al jefe de Estado Mayor y se refugió en la Embajada de México en Guatemala. Seguidamente se constituyeron dos sucesivas Juntas militares, el 28 y 29 de junio, y esta última, presidida por el coronel Monzón, pactó con Castillo Armas, que fue elegido presidente de la Junta de Gobierno. Los jóvenes, enardecidos, habían corrido a los cuarteles y pedido armas: querían luchar por sus derechos recién adquiridos. Se les pidió que esperasen y se les concentró. Lo próximo que supieron fue que no podían ya hacer nada. Se había pactado. Disuelta esta Junta el 1 de septiembre, después de haber declarafdo ilegal el partido comunista (25 de agosto), Castillo Armas se hizo cargo de la Presidencia de la República con poderes absolutos. El 11 de octubre se convocaron elecciones, que dieron por resultado la ratificación de Castillo Armas como presidente, con un 90 por 100 de votos a favor. Todo fue rápido y sencillo; casi un paseo. Pero para Guatemala significó mucho mas: la caída de los primeros intentos de reivindicación del pueblo. Castillo Armas fue asesinado a los tres años de su subida al poder y sustituido por el presidente Idígoras Fuentes, general que continuó con la política de Castillo Armas y de los gobernantes anteriores a la llegada de Arévalo. Las tierras repartidas al pueblo por el presidente Arbenz fueron recuperadas y entregadas a sus antiguos dueños, que siempre habían poseido la casi totalidad de las tierras productivas del país y volvieron a recuperar sus feudos; todavía hoy forman el 'todo Guatemala'. El conato de revolución que supuso el ascenso al poder de dos presidentes preocupados, ante todo, por la reivindicación de miles de habitantes oprimidos, desposeidos y analfabetos quedó truncado. Pero había dejado su semilla. Duarnte el periodo 1944-1954 se había intentado cambiar las pautas determinantes del proceso cultural de educación de los guatemaltecos, se dio libertad de asociación a grupos no derechistas, se favorecieron las publicaciones culturales de escritores que cantaban mas a los ímpetus renovadores o de protesta y de denunciaa, que a la luna y al mar (aunque no faltasen tampoco los líricos puros o los que expresaban su nacionalismo en un amor a la enorme belleza de su patria), y se sacaron publicaciones infantiles progresistas exaltando la libertad y la igualdad y condenando la desigualdad y el racismo.

La mayor parte de los que habían dirigido estos movimientos y organizaciones tuvieron que elegir entre el exilio o la muerte. Muchos de ellos partieron para Chile o México.
__________

(*) (Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969)

(1) El título es nuestro 


jueves, 5 de mayo de 2011

M.ª Luisa Rodríguez: El movimiento poético guatemalteco I (*)


Por ahí, en la red, alguien, que dice ser guatemalteco, reclama que se ponga la antología 'Poesía Revolucionaria Guatemalteca' porque merece -según declara- la pena que esté al alcance de los lectores ya que es muy valiosa e inencontrable. Y nosotros que tenemos esa antología, ese libro, iremos escribiendo poco a poco el prólogo -compuesto de  'Introducción', 'Reseña histórica' y 'Saker-Ti'- que M.ª Luisa Rodriguez hace de esa antología de poetas revolucionarios de Guatemala. Algunos de los poemas ya los hemos trasladado a la red, siempre poniendo, claro está, el nombre, apellidos del autor, la editorial, el título del libro y el año de su edición. Si esos poetas no desean estar citados o la prologuista reclama que se quite su escrito del blog lo borraremos aunque creamos que la labor que la Editorial Zero, S.A. hizo en este campo, y en otros, merezca ser conocida. 

Introducción:

"El movimiento poético guatelmalteco ha tenido poca difusión en España y en toda Europa, principalmente debido a la falta de información editorial proveniente de dicho país, aunque han existido varias excepciones aisladas de poetas que se han trasladado a estos paises y han logrado darse a conocer como individuos mas que como parte de un movimiento integrado. Aunque resulta difícil hablar de un movimiento integrado refiriéndonos a la poesía guatelmateca en general. En realidad el mayor intento de unidad que se ha dado fue la creación del grupo Saker-Ti, en tiempos del presidente Arévalo. Ya había nacido antes otro intento similar con la creación del grupo Acento, pero este no tuvo la trascendencia del segunto, probablemente debido a condicionamientos de tipo histórico, que, no cabe duda, fueron mas favorables para Saker-Ti. En cualquier caso, lo cierto es que este movimiento integrador viene marcado por otro aspecto más relevante que el mero hecho de unificación de esfuerzos: su carácter eminentemente social y de preocupación política. En una palabra, lo que allí denominan revolusionario, que aglutina tanto al marxista como al católico de izquierdas, el anarquista, o incluso el liberal, siempre que unos y otros concuerden en la necesidad de cambiar cuanto antes sistemas e instituciones anacrónicas que mantienen al país en un estado de atraso e injusticia social.

No es extraño que un país como Guatemala cuente con un número considerable de poetas relevantes. Sus bellezas naturales sobrepasan todo lo expresable. Dentro de sus 108.889 kilómetros cuadrados pueden encontrarse zonas como la selva del Petén o la desembocadura del río Dulce en el Atlántico, que son un verdadero derroche de encanto y espesura tropical, cruzadas por pájaros exóticos de diferentes especies y colores, y una gran variedad de fauna de todo tipo que llega hasta el 'trigrillo' y otras variedades de panteras; mientras que en la costa del Pacífico, ya roturada por la mano del hombre desde hace muchos años, este mismo panorama tropical se hace mas suave y civilizado, con predominio de garzas y palmeras bananeras. El oriente del país pasa en el transcurso de un año desde el paisaje verde y casi esplendoroso de la época de las lluvias a convertirse prácticamente en un desierto de cactos y tierras agrietadas por la falta de agua en los siete meses de época seca. En medio de este semidesierto se ven con frecuencia árboles nudosos cuyas ramas abiertas al sol lucen cuajadas de flores rojas o violetas, según los casos. Los pájaros del lugar, aunque pequeños, destacan también por su colorido anaranjado o amarillo, que resalta en medio de la aridez que les rodea. Algunos ríos (el mas importante de ellos el Motagua) rompen con sus fértiles y pequeños valles el pasaje de sequía, e incluso proporcionan terrenos propicios para que se desarrollle la vegetación salvaje y natural de estas latitudes, como sucede en los alrededores de Quiriguá, en que se alzan las ruinas de una magnífica ciudad maya del Viejo Imperio. Un buen número de hectáreas de esta zona, entre las que se encuentran aquellas que contienen las destrozadas pirámides que acabamos de mencionar, pertenecen a la United Fruit Company, compañía norteamericana, una de las mas importantes de este país coloso del capitalismo.

Al norte, la Alta Verapaz, en donde las lluvias apenas se dejan caer en todo el año y las orquídeas se adueñan de todos los árboles para adonarlos y nutrirse de ellos. En la Baja Verapaz, sin embargo predomina el paisaje de montaña y pinos, al igual que en muchas partes de la región central, en donde la altura cambia el clima caliente y húmedo por otro más fresco, que ha empujado a Alejandro Humboldt a describir Guatemala como 'el país de la eterna primavera'. Esta frase, aunque se olvida un tanto de las zonas costeñas y el oriente, ha pasado a ser casi una enseña nacional, que hasta se estampa encima de los sellos de las cartas. Es precisamente en medio de estos paisajes de montaña, en el departamento de Sololá, no lejos de la capital del país, que la naturaleza ofrece al hombre una de las vistas mas hermosas y subyugantes que hubiésemos podido imaginar siquiera: el lago Atitlán, con sus dos volcanes, de aguas tranquilas y serenas, casi inamovibles por la mañana, que se convierten en mortales para las canoas indias que suelen suscarlas después de las dos de la tarde. Es el 'xochil', viento fuerte que las agita y encrespa peligrosamente, y que ha excitado la imaginación de sus habitantes mas antiguos en la composición de leyendas que hablan de príncipes y príncesas encantados. No es el único lago de Guatemala, ni tampoco su único lago hermoso, pues cualquiera de ellos ofrece encantos especiales y dignos de mención. Pero sí es el lago mas bello, el que nos fuierza a contener la respiración para admirarlo sin romper la sensación de maravilla.

Sería imposible extendernos aquí lo suficiente para hacer una descripción completa de la  hermosura natural de Guatemala. Pero existe otro factor importante a tener en cuenta si queremos comprender hasta que punto existen determinantes externos (sic) que favorecen la inspiración de los literatos guatemaltecos: los pueblos indígenas. Todavía quedan en Guatemala bastantes tribus de amerindios descendientes de antiguos Mayas (sic), con modos de vida y estructuras sociales practicamente precolombinos, a pesar del ambiente occidental que se ha enseñoreado del país a causa de la conquista española. Aunque las antiguas grandes ciudades  estén practicamente destruidas (en algunas partes ha sido la mano directa del conquistador la que ha terminado con ellas, como, por ejemplo, Mixco el Viejo, y en otros algún motivo que hasta hoy se desconoce y que forzó a sus habitantes a abandonarlas y dejarlas a expensas de la acción de la naturaleza y las inclemencias del tiempo mucho antes de su llegada), todavía se yerguen desafiantes muchas pirámides en Tikal, Zaculeu, y tantos otros lugares, símbolos de una cultura que hubiera merecido mejor suerte. El mestizaje ha sido muy intenso, y no solo desde un punto de vista racial. Existe en Guatemala un sector de población denominado 'ladino' que está constituido en parte por lo que pudiéramos llamar el producto de un mestizaje cultural. Indígenas puros desde un punto de vista racial, que han adoptado el traje, la lengua y el modo de vida de los criollos. Estas personas constituyen un estrato cultural intermedio. El indígena, sin embargo, es un grupo con personalidad absolutamente propia. Vive entre los suyos, sigue respetando a sus propias autoridades, ya sean políticas o religiosas. También continúa tejiendo sus propias ropas con sus telares precolombinos. Parece ser que los conquistadores tuvieron mucho que ver con el aspecto actual de estos vestidos, ya que resultaba importante para el espíritu religioso de la época el que los vestidos cubriesen todo el cuerpo, y por otro lado, el que todos los miembros de ua misma tribu vistieran igual era interesante para facilitar su identificación. Lo cierto es que hoy todavía encontramos trajes 'típicos', especialmente masculinos, que nos recuerdan sobremanera las ropas del labriego español del siglo XVI. Pero por muy importante que fuese la influencia del misionero o del conquistador en la constitución del modo actual de vestir de los indígenas, es innegable que estos le supieron dar su toque específico y muy particular. Cada tribu muestra sus colores y diseños inconfundibles, pero todos los trajes indígenas tienen un denominador común que los diferencia fundamentalmente de cualquier otra ropa usada por los blancos o los ladinos: sus colores fuertes y vistosos, sus telas, que responden a modos de tejido y teñido arcaicos y tradicionales, y su desconocimiento absoluto de un concepto que pueda estar en modo alguno relacionado con la palabra 'moda'. Todos los miembros de un mismo poblado visten igual, sea cual sea su edad, con ligeras variantes en determinados casos por cuestiones de 'status'. Esto es absolutamente cierto con respecto al vestido femenino. El masculino, sin embargo, se ha ido perdiendo en muchos de los casos y actualmente consiste en pantalones y camisas de telas importadas que se venden en sus mercaditos, restringiéndose el uso del traje 'típico' a las autoridades o a los días en que celebran sus fiestas.

El mundo indígena está marcado po costumbres, procedimientos, organizaciones y estructuras fundamentalmente diferentes de las que imperan en el resto del país, y que constituyen un aliciente claro para despertar el interés y la curiosidad de todos los que han sido educados dentro de los modos occidentales. No es de extrañar que los jóvenes inclinados al cultivo de las bellas artes sientan una atracción especial por comprender y verter en sus obras estas pautas singulares. Y, sin embargo, este movimiento de interés hacia lo indígena es relativamente reciente, pues si bien todos los cronistas han hablado de ellos, ha sido de un modo superficial, descrptivo en parte. Los jóvenes literatos guatemaltecos muestran un deseo de explicar el mundo indígena humanamente, sintiéndose orgullosos de considerarles personas iguales a si mismos, e incluso, en ocasiones, de atribuirles antepasados comunes.

Es otro aspecto de su interés por los problemas humanos de su patria, pero con mas colorido. Una combinación de lo estético y lo social.

Nuevamente hemos mencionado la palabra 'social', de la que decimos al principio que era una de las características del movimiento poético y literario que se ha desarrollado en Guatemala a partir de las iniciativas del grupo Saker-Ti. Es evidente que este movimiento no hubiera podido producirse de no existir ya un desarrollo de intectuales preocupados por la buena marcha de las corrientes literaias del país, por un lado, y por la necesidad de educación y preocupación política por otro. En este sentido pueden considerarse como precursores a los miembros del grupo Acento (que algunos guatemaltecos denominan la generación del 40),  en incluso los del grupo Los Tepeus, de 1930, que se propusieron elevar el concepto del indígena y tomaron absolutamente una tendencia nacionalista, aunque estos esfuerzos no llegaron a tener la amplitud  ni a estar tan difundidos como ellos hubieran deseado. Pero fue necesario que se diera la circunstancia histórica apropiada para que estas corrientes llegasen a tener la posibilidad de madurar y expresarse en toda su euforia. Es esto lo mas importante que deben los escritores guatemaltecos al régimen 'revolucionario' instituido por Arévalo y continuado por Arbenz de 1944 a 1954: el haber podido llegar a alcanzar la plenitud y formar escuela.

El analfabetismo en Guatemala alcanzaba hace unos años al 72,2 por 100 de la población (censo de 1950). En 1967 sobrepasaba el 80 por 100. Es producto del aumento de la población y estaticismo del número de escuelas y maestros. Y todo ello a su vez producto de la desigual estructura de tenencia de la tierra. En un país de economía eminentemente agricola, el 2,2 por 100 de la población posee el 70 por 100 de la tierra; 516 familias que de hecho controlan la producción fundamental del país y, en consecuencia, su vida econónica. Por otra parte, la mortalidad infantil alcanzaba en 1967 un 40 por 100, del que un 50 por 100 se debe a una enfermedad tan poco importante en los países desarrollados como es el sarampión. Se calculó que haciendo una campaña de vacunación  contra esa enfermedad sería posible rebajar la mortalidad infantil al 20 por 100, pero esta solución es tal que la mayor parte de ellos no resistiría esta vacuna y caerían antes que sin ella, e incluso habría casos de muerte inmediata, por lo que no pudo llevarse a cabo. Para darnos una idea del grado que alcanza el estado carencial de Guatemala, baste decir que el Departamento de Salud de los Estados Unidos (NICHD) ha elegido este país para realizar una experiencia que consiste en dar una determinada (y controlada) cantidad de suplementación alimenticia en una comunidad de ladinos y comparar su evolución con la de otras comunidades que se dejan a su estado actual, con el objeto de estudiar 'la influencia de la alimentación en el desarrollo mental de las personas'. Un experimento ciéntifico con seres humanos que, desde luego, no podrían realizar en su propio país.

Con todos estos datos hemos querido dar una idea del determinismo ambiental que rodea al guatemalteco casi desde que se atreve a asomar la cabeza fuera de su casa paterna. Como es natural, practicamente, todos los escritores provienen de una clase social medianamente acomodada, ya que el estado de analfabetismo dominante en otros sectores no permite el desarrollo de facultades intelectuales, aunque exista alguna honrosa excepción.

Con este estado de cosas, era natural que los brotes nacionalistas se convirtieran en revolucionarios de una u otra tendencia.

La llegada al poder del doctor Arévalo en 1944 significó, ante todo, el fin de sistemas dictatoriales que evitaban la información acerca de toda corriente de pensamiento, ya fuese nacional o extranjera. La práctica de quemar libros no se había limitado en este país a la época de la Inquisición durante la dependencia colonialista, en que los buenos propósitos de algunos  misioneros tuvieron como consecuencia un exceso en el cumplimiento del deber que les llevó a quemar verdaderos documentos históricos de los indígenas con la idea de que ayudaban a mantenerlos en su idolatría pagana. Después de la independencia se mantuvieron estos procedimientos al igual que se mantenían las desiguales estructuras de la propiedad, hasta el punto de que era práctica común durante la dictadura del general Ubico (1931-1944). Al ascender al poder el doctor Arévalo, se instituyó un régimen de tipo liberal burgués que pretendió sacar a Guatemala de su enclaustramiento económico, ideológico y cultural y cuya principal proyección en el campo de las letras y de las artes fue la apertura del país a todo tipo de libros importados, mayores facilidades para imprimirlos dentro y la creación de centros culturales y Asociaciones (sic) que sirvieron para dar impulso a la capacidad creadora de los valores literarios. La preocupación social ya iniciada a partir de 1935 aproximadamente siguió una carrera ascendente de politización que se inspiraba ante todo en las enormes contradiccioness de orden económico y en la absoluta injusticia social que imperaba en su patria.

Y comenzó la época 'revolucionaria' (sic) propiamene dicha.

Después del derrocamiento de Arbenz en 1954 (internacionalmente acusado de comunista por haber permitido a los comunistas que le ayudaran y que se manifestasen libremente, al tiempo que el gobierno mismo tomaba medidas sin duda alguna 'revolucionarias' en relación al estado de cosas anterior) todos estos escritores y artistas y artistas que habían vivido años de libertad personal y euforia revolucionaria se encontraron de repente frente a un muro que les impedía continuar con su actividad político-literaia por decreto (Decreto 59, o 'Ley preventiva penal contra el comunismo', año 1954. Gobierno del coronel Castillo Armas). Pero ya era demasiado tarde para detenerles. E, incluso, podríamos asegurar que las medidas de contrarevolución solo sirvieron para fomentar el espíritu de lucha y el deseo de llegar a todos los compatriotas. La mayor parte de ellos tuvieron que partir para el exilio, en donde continuaron escribiendo con el pensamiento puesto en su patria y las necesidades de esta.  Hoy algunos de ellos están nuevamente en su país, a donde han regresado a causa del resultado democrático de las elecciones presidenciales de 1966, que trajo al poder al Partido Revolucionario, Este, desde el principio, se ha definido como continuador de la política de Arévalo y Arbenz. Otros continúan exiliados. Un tercer grupo de jóvenes de la nueva generación ha seguido los pasos literaios que se consolidaron en 1944 a 1954 y, convencidos de que de este modo cumplen con su responsabilidad de ciudadanos en una país que se encuentra en la actualidad en verdadero estado de guerra, concentran sus esfuerzos en la producción de una poesía, y literatura en general, que se inspira en temas de de tipo 'social' y pretende reivindicaciones. La 'Literatura revolucionaria' ha formado escuela y sigue su línea ascendente como expresión viva del momento histórico por el que atraviesa el país.

En un primer momento, el proyecto de recoger material de poesía revolucionaria guatemalteca abarcaba la posibilidad de confeccionar una antología que incluyera a todos aquellos escritores que han destacado en este terreno, proporcionando una panorámica totalizadora del fenómeno. Múltiples inconvenientes de toda índole (entre los que no ha sido menor el hecho de que gran parte de los poetas objeto de nuestro estudio se encuentran exiliados en otros  países) han hecho imposible ofrecer aquello que deseábamos. Pero confiamos en que lo que aquí ponemos a disposición del lector sea suficiente para despertar su interés hacia este pequeño, hermoso y doliente país de América Central, en donde se condensa al tiempo todo lo mejor y todo lo peor de las relaciones humanas.

Nuestro especial agradecimiento a todos aquellos que nos han entregado su material poético como una muestra de confianza, y más especialmente a Roberto Paz y Paz, que nos ayudó con sus consejos, y a Carlos Zippel y García, quien puso su bien dotada biblioteca a nuestra disposición, pues sin todos ellos hubiera sido esta una empresa irrealizable."

(*) Título nuestro 

(Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969. Páginas: 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12)


lunes, 2 de mayo de 2011

Julio Fausto Aguilera (*): En el desierto (1)

Tu agua,
Ligeia,
no tiene propietarios
ni señores.


Si dueño tiene 
el agua,


es, solo, el que se ahoga de sed 
en el desierto.

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(*)  http://www.deguate.com/artman/publish/personajes_poetas/julio-fausto-aguilera.shtml
(1) Del libro 'Mi buena amiga muerte y otros poemas', octubre de 1965.

(Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969)