lunes, 14 de diciembre de 2009

Saint-John Perse: Una disputa de relámpagos (*)

IV

Todopoderosos en nuestros grandes mandatos militares, con nuestras muchachas perfumadas que se vestían de un hálito, esos tejidos,



establecimos en la altura nuestras trampas contra la felicidad.



¡Abundancia y bienestar, felicidad! Por largo tiempo nuestros vasos donde el hielo podía cantar como Memnón...



Y extraviado en el águnlo de las terrazas una disputa de relámpagos, grandes bandejas de oro en las manos de las sirvientas segaban el hastío de las arenas en los confines del mundo.



Luego hubo un año de brisas al Oeste y, ...

-

Saint-John Perse en 'Anábasis', parte IV; Editorial Lumen; Barcelona, 1988; traductor: Enrique Moreno Castillo.

_____

(*) El título se lo hemos añadido nosotros

sábado, 28 de noviembre de 2009

José Mª Amigo Zamorano: Primer encuentro con D. Eusebio García Luengo

Haciendo memoria, ahora que estamos recordando con nostalgia (con nostalgia, pesar, dolor, afecto, cariño, ternura... todos los sentimientos entrañables que tenemos de él) la desaparición de D. Eusebio García Luengo, se nos presenta a lo vivo el primer encuentro. Era verano, claro. Solo podía ser verano, ya que era cuando acudía a Las Navas del Marqués. Hacía la una o las dos del mediodía estábamos charlando de libros y de los judíos con nuestro amigo Antonio Escudero Ríos. Y este amigo nos lo mostró.

-Mira, ¿conoces a ese que camina por la otra acera apoyado en su cayado con la mano derecha?
-
-No.
-

-Es el escritor Eusebio García Luengo. ¿Habías oído hablar de él?

-
-Me suena... ¡Ah, si!... Veía su firma en la famosa tercera página del diario ABC.
-

-Algún tiempo escribió en ese periódico.

-
-Me he acordado porque, estudiando bachillerato en Corrales del Vino, allá por mi tierra, iba los domingos a comer donde mis tíos. Mi tío Frutos Gutierrez leía ese periódico y lo tenía muchas veces encima de la mesa camilla del comedor. Y... no sé... creo vagamente que se me quedó prendido su nombre porque me resultaba un tanto extraño... No sé.
-

-Antes iba muy a menudo por el Café Gijón. Era un tertuliano habitual. Casi una institución. Hacía tiempo que no lo veía... Se comentó alguna vez sobre escritores que habían caído en la miseria. Y unían los nombres de Alfonso Grosso y él entre otros... A mi me impresionó un repertaje en el que se veía a Grosso andando en zapatillas, desaliñado, roto, triste... Creo que en un manicomio.
-
-¿Grosso?... Ese escritor sevillano, muy bueno por cierto, publicó muchas novelas y ganó varios premios... Puedo recitar de memoria el comienzzo de 'Guarnición de silla' que fue Premio de la Crítica: 'En el mar cántabro, demasiado azul prusia, demasiado irisado de sombras y...

-
-Ya. No sigas. Pero así es la vida. Las editoriales se llevaron la parte del león. Y a él le dejaron las sobras.
-

-¿Me lo presentas?

-
-¿A quién?
-

-A Eusebio García Luengo.

-
-¡Ah!... Bueno, pero no te lo presento. Nos presentamos nosotros a él. Te lo digo porque yo lo conozco, pero no lo he tratado nunca.
-

-Vale, vale.

-
Atravesamos la calzada y nos presentamos. Sus ojos apagados enseguida se avivaron, se abrieron luminosos para contemplarnos. La conversación corrió amena. Él hacía posible esa charla agradable, fluida. Nos interrogó finamente. Nos hizo, sin duda, un retrato. Se quedó con todos los detalles. Detalles que luego rumiaba lentamente. Para sacar sus conclusiones de las que luego, al decir de Juan Fernández Figueroa, su amigo y el que lo colocó en la revista Índice que dirigía, jamás se desdecía.
Nos dijo, a su vez, que había nacido en Puebla de Alcocer, localidad de Badajoz en la Siberia extremeña.
-
-Siberia. Así la conocen y así se llama. Yo siempre nombro a mi pueblo desde el principio. Mi nacencia. Siempre. No digo, como muchos, que 'soy de la parte de...' o que 'procedo del partido judicial de...'. Como si se avergonzaran por decir que nacieron en un pueblo. Lo he observado muchas veces. Sin ir más lejos, en la calle Ibiza, de Madrid, donde vivo, hay un bar cuyo dueño dice que es de Guadalajara. Pues no, ¡mentira! es de un pueblo de Guadalajara. Yo no soy de Badajoz, no señor, soy de Puebla de Alcocer.

-
-¿Y va muy a menudo?
-

-Me preguntas que si he ido a menudo... Nunca he ido a menudo. Pero si con frecuencia. Ahora, ya llevo varios años sin ir.

-
-Y le gustaría.
-

-Si. Aunque a mis años (nadie tiene tantos años como yo) temo por el choque emocional... Además, apenas me quedan parientes... Y usted, don Antonio Escudero Ríos, dice que es de la Serena, pero ¿en qué pueblo nació usted? Si no es una indiscreción preguntárselo...

-
Y así fue, más o menos,el primer encuentro con D. Eusebio García Luengo.
-
Y para terminar, ya que estamos releyendo Anábasis de Sain-John Perse, transcribiremos el final del primer poema, en la traducción de Enrique Moreno Castillo:
-
"... Con un vestido puro entre vosotros. Durante un año aún entre vosotros. '¡Mi gloria está sobre los mares, mi fuerza está entre vosotros!
Prometida a nuestros destinos esa brisa de otras orillas y, llevando más lejos las semillas del tiempo, el resplandor de un siglo en su cima sobre el astil de las balanzas...'.
¡Matemáticas suspendidas en los témpanos de la sal! ¡En el punto sensible de mi frente donde se establece el poema, inscribo este canto de todo un pueblo, el más ebrio,
llevando a nuestros astilleros quillas inmortales."


jueves, 26 de noviembre de 2009

José Mª Amigo Zamorano: Inicio gozoso de 'Anábasis'



Como un hombre nuevo. Así se hallaba aquel que se encontró con el Extranjero. Y vio en su comportamiento, en su talante e ideas a un hermano y no a un enemigo.
Luego conversa con el forastero que le transmite noticias de otros mundos. Diose cuenta de que aquellos mundos solo se diferenciaban del suyo en los disfraces: vestimentas, costumbres, climas, vegetaciones, idiomas... Lo esencial, por el contrario, era el ser. Y, por ahora, la alegría del ser, la alegría del encuentro. De improviso el reencuentro. Y, enseguida, los agasajos, los convites, las cortesías... La hospitalidad que todo lo enriquece.
Luego, quizás, tal vez, acaso, en el curso de la vida, vendrán roces, desencuentros, puntos de vista dispares... Pero nada que no pudiera salvarse con buena voluntad. En conversación abierta. Junto a un vaso de vino. Vino de uva, o de palma, o de arroz, o de... En eso radicaba la vana diferencia.
Ahora lo que procedía era vestirse con humildad para acompañar al Extranjero en el recorrido que daría por todos los puntos cardinales del entorno. Era pertinente esa humildad en todo el trayecto y en todo el tiempo para que nunca se considerara como extraño en tierra ajena. Nunca un forastero es foráneo en la Tierra. En ningún lugar de ella. Todo lo contrario, es como un hermano al que se esperaba desde hacía tiempo. Y que, junto a su sabiduría, en su zurrón lleva encerradas diversas maneras de amar, de querer. Y las derrama, generosamente, a manos llenas, en cada rincón del mundo donde se asienta.
Mientras acompañaba al Extranjero, henchido de gozo, colmado de desprendimiento, el nativo se veía un hombre nuevo.
-
El poeta comienza su 'Anábasis':
-
-"Estableciéndome con honor sobre tres grandes estaciones, tengo buenos auspicios para la tierra donde fundé mi ley.
Las armas por la mañana son hermosas, y el mar. La tierra sin almendras, entregada a nuestros caballos,
nos otorga ese cielo incorruptible. Y no se nombra al sol, mas su poder se halla entre nosotros,
y el mar en la mañana como una presunción del espíritu."
(*)

-
Se encuentra en posesión -como quien dice- de una nueva panorámica del mundo; lo que significa, en realidad, es que ha adquirido una conciencia objetiva sin las telarañas de la estrechez; es decir: se es uno más tan solo, uno más, dentro de lo que rodea. Influyendo en derredor, que duda cabe, en la extensión de la rosa de los vientos, al tiempo que le influyen a él las cosas y los seres con los que se roza. Y se ve en comunión con el universo. Se ha sumergido en él. Una zambullida, claro está, en las aguas de la humildad de conocerse. Un empapamiento. Un empequeñecimiento. Un engrandecimiento. Y esa humildad del conocer, del conocerse, le da un poder desconocido. Otro poder, pero distinto. El que antes tenía era uno artificial. Soberbio. Ignorante. Propio de reyes. Reflejo de reyes. Violento. Nocturno. Tenebroso.
Eso quedó atrás. Afortunadamente. Desapareció. Se fue como el humo. Para siempre. Ahora se pregunta continuamente por cada incomprensión que le sale al paso. Junto al camino que recorre con el Extranjero. Interrogaciones que le brotan sin el angustioso desasosiego del desconocimiento, sin el pertubador azoramiento originado por el qué dirán si le notan ignorante, sino con la ventana abierta de par en par a las nuevas alegrías del conocimiento, con el objetivo espontáneo -que no es objetivo porque no ha nacido de cálculo premeditado- de derramarlas por doquier, sin exigir impuestos por la siembra, sin pedir nada a cambio por tal derroche de semillas esparcidas. Enriqueciéndose, glorificándose... por ese despìlfarro, por no atesorar, ansiosamente, como un avaro, entre su carne, lo que de por si fluye sin impedimentos de propiedad, por consiguiente sin agarrarse al concepto de 'tuyo', 'mío' o 'vuestro'. Eso que reina en su espíritu es el 'nosotros', el 'todos nosotros'. Es el hombre singular transformado en colectividad, en concierto.
-
Y Saint John Perse, prosigue poema:
-
-"¡Tú cantabas, poder, en nuestras rutas nocturnas!... En los idus puros de la mañana, ¿qué sabemos del sueño, nuestra herencia?
¡Durante un año entre vosotros! ¡Dueño del grano, dueño de la sal, y la cosa pública sobre justas balanzas!
No llamareá a las gentes de otra orilla. No trazaré
grandes distritos de ciudades sobre las laderas con el azucar de los corales. Mas mi designio es vivir con vosotros.
¡En el umbral de las tiendas toda gloria! ¡Mi fuerza entre vosotros! Y la idea pura como una sal celebra sus audiencias en medio de la luz."
(*)

__________
(*) Anábasis en el libro Poemas (Anábasis. Exilio. Crónica. Canto para un equinocio.). Autor: Saint-John Perse; editorial Lumen, Barcelona, primera edición de 1988; edición bilingüe; traducción y prólogo: Enrique Moreno Castillo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Leopold Sedar Senghor: A Nueva York (*)

Leopold Sedar Senghor: A Nueva York (*)

I)

¡Nueva York! Al comienzo me confundió tu belleza, tus muchachas doradas de largas piernas.
Tan tímido, al principio, ante tus ojos metálicos, tu sonrisa helada. Tan tímido. Y la angustia en lo hondo de las calles bordeadas de rascacielos.
Alzando los ojos ciegos hacie el eclipse del sol.
Sulfurosa, tu luz, y pálidas, las torres con cabezas que brillan al cielo.
Los rascacielos que retan las tormentas con músculos de acero y piel de cristal.
Pero dos semanas, en los desnudos senderos de Manhattan, al final de la tercera semana, la fiebre se apodera de uno, con la garra de un leopardo
Dos semanas sin ríos ni campos, con todos los pájaros del aire
cayendo de pronto y muriendo sobre las cenizas altas de los techos chatos.
Ninguna sonrisa de niño florece, su mano fresca en mi mano.
No hay pechos de madres, solo piernas de nailon. Piernas y pechos sin sudor ni olor.
No hay palabras tiernas porque no hay labios, solo corazones artificiales que cobran caro, y al contado.
Y no hay libros donde leer la sabiduría. La paleta del pintor florece en cristales de coral.
Noches desveladas por el insomnio, ¡oh noches de Manhattan! Agitadas por luces parpadeantes, en tanto que los pitidos de los motores aullan horas vacías
Y mientras tanto las aguas tenebrosas arrastran amores desinfectados, como ríos desbordando cadáveres de niños.

_____
II)


Ha entrado el tiempo de los signos y de las cuentas ¡Nueva York! Ha venido la época del maná y del hisopo.
Debes oír los trombones de Dios, tu corazón deberá palpitar al ritmo de la sangre, de tu sangre.
La vi en Harlem, zumbando de ruido, con soberbios colores y embriagantes olores
Era la hora del té en la morada del vendedor de productos farmacéuticos.
Vi los preparativos del festival de la noche, para escapar al día.
Anuncio que la noche es más verdadera que el día.
Era la hora pura en la que Dios hace brotar la vida que va más allá de la memoria
Todos los elementos heterogéneos resplandecen como soles.
¡Harlem! ¡Harlem! ¡Entonces vi Harlem! Una convulsión verde de maíz se levanta del asfalto, enriquecido por los pies desnudos de los bailarines
Bajas olas de seda y pechos como hojas de cuchillo, ballets de nenúfares y fabulosas máscaras
A los pies de los caballos de la policía ruedan los frutos del amor de las casas bajas.
Y vi a lo largo de las trochas arroyos de blanco fluir, arroyos de leche negra en la neblina azul de los habanos.
Y vi en el cielo de la atardecida níveas flores de algodón y alas de serafines y plumas de hechiceros.
Escucha, ¡Nueva York!, oye tu voz varonil de bronce vibrando en los oboes, la angustia suprimida por las lágrimas que caen en grandes coágulos de sangre
Escucha el lejano latido de tu corazón nocturno, ritmo y sangre del tam-tam, tam-tam sangre y tam-tam

_____
III)


¡Nueva York! Yo te digo: ¡Nueva York! Deja que la sangre negra fluya por tu sangre
Para que refriegue el moho de tus juntas de acero, como un aceite de vida
Para que dé a tus puentes la curvatura de las caderas, y la flexibilidad de las enredaderas.
Ahora regresan los tiempos de antaño, la unidad recobrada, la reconciliación del León, el Toro y el Árbol
Los pensamientos unidos a la acción, el oído al corazón, el signo al significado.
Allí están vuestros ríos murmurando, con olorosos cocodrilos y manatíes de ojos fascinantes. Y no es menester inventar las Sirenas.
Sino que basta solo con abrir los ojos al arcoirisado abril
Y los oídos, principalmente los oídos, a Dios, que creó el firmamento y la tierra en seis días de la risa de un saxofón
Y en el séptimo día durmió el profundo silencio del negro.

Leopold Sedar Senghor


__________
(*) Ulli Beier, 'In Search of an African Personality', The Twentieth Century, Volumen CLXV, número 986, abril de 1959, páginas 348/349.

martes, 3 de noviembre de 2009

Goethe: Monólogo tras la Visión del Espíritu (*)

Goethe: Monólogo tras la visión del Espíritu

Fausto (solo)

¡Ay, y cómo nunca se desvanece del todo la esperanza en la mente, que siempre se apega al huero indicio, y con ávida mano cava en la tierra, buscando tesoros, y se alegra cuando encuentra lombrices!
-(1)
¿Está bien que aquí resuenen voces de hombres semejantes, aquí, donde la plenitud de los espíritus rodeárame? Pero, ¡ay!, por esta vez te doy las gracias a ti, el más pobre de todos los hijos de la Tierra. Tú me has salvado de la desesperación, que ya iba a trastornarme los sentidos...
-
¡Ay! La aparición fue gigantesca y que por fuerza había yo de sentirme un pigmeo. Yo, semblanza fiel de la divinidad, que ya se imaginaba enteramente cerca del espejo de la verdad eterna y de sí mismo gozaba en el resplandor y claridad de los cielos, y arrebatado al hijo de la tierra; yo, más que un querube, que ya auguralmente se propasaba a fluir por las venas de la Naturaleza y disfrutar, creando, la vida de los dioses, ¡qué caro debo pagarlo ahora! Una palabra de trueno ha dado al traste conmigo. No debo propasarme a equipararme a ti; si fuerza tuve para atraerte, no la tuve para sujetarte. En aquel feliz momento sentime tan pequeño y tan grande. ¡Cruelmente, tu me echaste atrás, a la incierta suerte del hombre!
-
¿Quién me alecciona? ¿Qué debo evitar? ¿Deberé obedecer a aquel impulso? ¡Ay! Nuestros mismos actos, igual que nuestros dolores, cohiben el curso de nuestra vida. A lo más magnífico que el espíritu recibiera, viene a unirse siempre materia cada vez más extraña; cuando logramos lo bueno de este mundo, luego lo mejor llámase ilusión y delirio. Esos magníficos sentimientos que nos daban la vida cuájanse, helados, en el terrenal baturrillo. Si la fantasía se dilataba antaño con osado vuelo y henchida de esperanza hacia lo eterno, luego le basta con un exíguo espacio cuando las dichas se amontonan en el remolino de los tiempos. Anida la inquietud en los corazones profundos, y en ellos provoca secretos pesares; agítase intranquila, y gusto y sosiego acibara; continuamente cambia de antifaz, y puede aparecerse como casa y corte, como mujer y niño, en forma de fuego, veneno y puñal; tiemblas por todo aquello que no te llega a herir, y debes de llorar toda tu vida por aquello que nunca pudiste.
-
No igualo yo a los dioses. ¡Harto hondo lo siento! Al gusano es al que me asemejo, al gusano que repta entre el polvo, y que, viviendo y nutriéndose entre el polvo, aniquila y entierra el paso del viajero. ¿No es polvo lo que este alto muro de cien trastajos me achica? ¿Este baturrillo que con miles de cachivaches me oprime en este mundo apolillado? ¿Debo leer acaso en miles de libros que doquiera sufren tormentos los mortaales y que de acá o de allá hubo alguno más feliz?... ¿Qué quieres decirme con esa tu risa, ¡oh monda calavera!, sino que en otro tiempo tu cerebro, igual que el mío, buscara, extraviado, el breve día, y que en la grave penumbra errara lamentablemente con el deseo de la verdad?
-
A buen seguro que de mí os burláis, ¡oh aparatos con tanta rueda y peine, rodillo y estribo! Estaba yo a la puerta; vosotros debíais ser la llave. Cierto que tenéis la barba rizada; pero no levantáis el cerrojo. Misteriosa a la liviana luz, no se deja la Naturaleza arrebatar su velo, y lo que a tu espíritu no quiere revelar, no podrás quitármelo a la fuerza con palancas y destornilladores. ¡Oh viejo armatoste que yo nunca utilicé! Estás ahí porque mi padre te usaba. ¡Oh viejo pergamino, ahumado estás de tanto tiempo como en este atril ardió la turbia lámpara! Mucho mejor hubiera yo empleado mi poquedad que no estándome aquí cargado, sudando con lo poco. Lo que por herencia tienes de tus padres, adquiérelo tú para poseerlo. Aquello que no se aprovecha es una grave carga; solo lo que el momento crea es lo que utlizar se puede.
-
Pero ¿por qué mi vista se clava en este sitio? ¿Será que esa redoma que hay allí es un imán para los ojos? ¿Por qué de pronto se me vuelve amablemente clara, como cuando en nocturna selva el fulgor de la luna nos envuelve? Yo te saludo, ¡oh única redoma que aun con veneración me agacho a buscar? Adoro en ti el ingenio y el arte del hombre. ¡Tú, compendio de los amables jugos del sueño, estracto de todas las fuerzas mortales sutiles, concede a tu maestro tus favores! De solo verte se alivian mis pesares; si te cojo, se aminora mi afán; poco a poco se eleva a la pleamar la corriente del espíritu. Véome lanzado a la alta mar, el espejo de las olas resplandece a mis pies, y un nuevo día me atrae a orillas nuevas. ¡Un carro de fuego, cerniéndose sobre leves resortes, se me acerca! Pronto me siento a trasponer el eter, siguiendo un derrotero nuevo, rumbo a nuevas esferas de pura actividad. ¡Esa alta vida, deleite de dioses! y tú, todavía un gusano, ¿la puedes merecer? Si; bastará que le vuelvas decidido la espalda al bello sol de la Tierra. ¡Atrévete a trasponer las puertas, ante las cuales todos, de buen grado, deslizándose, pasan de largo! Tiempo es ya de demostrar con hechos que la dignidad del hombre no cede ante la excelsitud de los dioses; no palpitar en vano ante esas cavernas tenebrosas en que la fantasía se condena para su propio tormento; pugnar por cruzar ese pasillo, en torno a cuyas angostas fauces llamea todo el infierno; resolverse alegremente a ese paso..., aunque se corra el riesgo de diluirse en la nada.
-
¡Ven acá, pues, oh cristalina, pura redoma! Sal fuera de tu vieja envoltura, en que no reparé yo en muchos años. Tú refulgías en las alegres fiestas de los padres y alegrabas a los más graves huéspedes cuando, de mano en mano, ibas pasando a la redonda. El rico, artístico esplendor de los múltiples cuadros, el deber de bebedor de explicarlos en verso y apurar de un trago al copa, mucha juvenil noche me recuerdas; ahora no he de cederte a ningún vecino, ni he de mostrar mi ingenio según tu arte; un zumo hay aquí que rápidamente embriaga. De oscuro licor llena tu oquedad. El que yo prepare, el que eligiera, ese trago postrero, sea ahora consagrado con toda el alma cual festivo alto brindis a la aurora.

(Llévase a la boca el frasco. Repique de campanas y canto coral)

///

Goethe, en 'Fausto'

(Acto Único, Escena Primera, Primera Parte)
Traducción: Rafael Cansinos Assés


__________

(*) Título de nuestra cosecha
(1) Los puntos y aparte también son nuestros

viernes, 30 de octubre de 2009

Xavier Ortiz Y.: Poetas

Xavier Ortiz Y: Poetas

Y hablábamos de los poetas
de los poetas indios
de los poetas mestizos
de los héroes poetas.
De Netzahualtcoyolt
--------------------(Señor de Texcoco)
De Tihuantisuyo
-------------------(hijo de Chimpu Ocllo)
de Darío
de Leonel
el que jugaba a las tabas
y llegaba a su casa con las tortillas frías
y que gritó su último poema
frente al cementerio oriental a los que le disparaban
cuando apenas tenía veintiún años
y después nosotros lo aprendimos
para decirlo en Zacateras, Los Llanos
en Guanito
----------en toda la frontera
para gritarlo:
----------- '¡Que se rinda tu madre!'

-

Taller de Poesía de Estelí


*


Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Años IV. Número 10, enero de 1984.

Responsable: Julio Valle-Castillo

Consejo Editorial:

Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)

miércoles, 28 de octubre de 2009

Najmeh Shobeyri en Caminar Conociendo

Najmeh Shobeyri [Embajadora - Irán]


El SHAHNAME, de un vistazo “Shāhanāmeh” o “libro de reyes” sin duda es la mayor composición poética de carácter épico-histórico de la lengua persa. Su autor “Abolghāsem Ferdousi”, un “dehghān” del siglo XI d.C dedicó más de 30 años de su vida para componer los 60.000 dísticos que constituyen el “Shāhanāmeh”. Se calcula que fue en torno al año 1010 cuando “Ferdousi” – entusiasmado y motivado para revitalizar la lengua persa – empezó a crear su obra. En Shāhanāmeh se pueden distinguir 3 eras diferenciables:
-
1.- Era mitológica.
-
2.- Era atlética
-
3.- Periodo histórico.
-
1º) La era mitológica trata de contar la historia de los primeros reyes que aparecieron en la tierra: “Kiumars”, “Hushang” “Jamshid” …, hasta “Fereidun”.
2º) La era atlética es el periodo de nuevos enfrentamientos entre la maldad y la bondad.
3º) Ya es una revisión histórica de personajes y hechos más verosímiles. En este periodo las imaginaciones fabulosas y los personajes extraordinarios desaparecen paulatinamente junto con sus hazañas exageradamente sobrenaturales. A partir de aquí reemplazan a los monstruos de antes unas figuras más conocidas históricamente con acciones más reales. La leyenda de “Rostam y Sohrab” la más conocida popularmente y la más contada por los “naggales” en las tradicionales teterías o en los “Zurkhaneh”, pertenece a la era de los atletas [2ª]. Fábula de “Sām y Zāl” compendiada: Sām es un hombre fornido y poderoso, tanto física como materialmente. Cuenta con un ejército de hadas, demonios, “mobeds” , servidores…, todos a su servicio. Sām se casa con una princesa llamada “Sepanta”, quien más tarde le trae un hijo al mundo. Al nacer el niño, todos los cortesanos ven con espanto que es un niño totalmente albino. Lo toman de mal presagio, ya que la mujer de Sām en lugar de dar a luz a un bebé, ha traído al mundo a un anciano. El pelo totalmente blanco del niño no se podía interpretar de otra manera. Sām, al oír la noticia, indignado y horrorizado decide deshacerse del “niño monstruo”. Lo encarga a uno de los “divs” que tenía a su servicio. El div rapta al bebé de su madre y lo abandona en la falda de la montaña “Alborz”, el lugar más apartado. En la cima de “Alborz” anidaba un “Simorg”, el ave mitológica dotada de facultades mágicas. Al oír llorar al niño, el Simorg baja de su nido y se lo lleva sobre sus alas al nido y así lo rescata. Pero a la vuelta el “simorg” se encuentra con un castillo en lugar de su viejo nido. El niño peliblanco que a partir de ahora se le denomina “Zāl”, se va criando dentro del castillo bajo la custodia del “Simorg”. El “Simorg” además de darle protección y cobijo al pequeño Zāl, le educa con su mayor interés a su hijo adoptivo. Una vez maduro, Zāl recibe del Simorg sus conocimientos y éste para utilizar sus deberes para con su hijo, le dota de la “Gran Sabiduría”. El desafortunado Sām, por otra parte, vive inquieto por su remordimiento de conciencia. Ya lleva varios años buscando a su hijo abandonado cruelmente. Cuando Sām llega a demostrar su arrepentimiento y le pide encarecidamente a Dios para que le ayude a encontrar al hijo, una casualidad le conduce hacia la montaña de Alborz. Ahí reencuentra a su hijo ya convertido en un joven fuerte y sabio. El albino Zāl tras una serie de aventuras se casa y engendra a “Rostam” quien se convertirá en el gran héroe nacional y el personaje inmortal de Shāhanāmeh. ¿Por qué se canta “Shāhanāmeh' en el “Zurkhaneh”? Con la lectura del Shāhanāmeh, el juglar pretende inspirar el espíritu de “grandeza, patriotismo, justicia, fortaleza, honradez, valentía…” en el oyente. Las vicisitudes de las leyendas de Shāhanāmeh son protagonizadas por personajes – reales o ficticios- que tienen “cuerpos como tronco”, “fuerza de tigre”, “sentimientos patrióticos ejemplares, luchar por la patria a muerte” y que nunca se arrodillan ante el mal, y siempre van en ayuda de los caídos… Todos estos sentimientos de heroísmo es lo que se pretende transmitir al oyente.
-
1.Dehghān: Latifundista, terrateniente; un estamento social en la época de los “Sasánidas”, próximo a la nobleza. Aunque “Ferdousi” era posterior a la época de los “Sasánidas” la categoría de “dehghān” seguía siendo considerada. Actualmente la palabra “dehghān” significa agricultor.
-
2.Naggāl: Narrador, especie de juglar parecido a los de la época greco-romana o de la Edad Media. Especialista en cantar epopeyas en Poesía o en Prosa, transmite diferentes sentimientos derivados de cada leyenda a los oyentes.
-
3.Demonio “Div” símbolo de maldad. 4.Mobeds: Magos, adivinos.
-
CURRICULUM VITAE:
Najmeh Shobeyri, Iraní, Ghom, Irán 1965. Casada.
-
DATOS ACADÉMICOS:
1999. Curso para profesores de Español en la Agencia de Cooperación Internacional Madrid. Título de profesora de Lengua y Literatura Española.
1998. Tesis Doctoral: “Estudio sobre los comentarios de D. García de Silva y Figueroa, enviado especial del rey de España Felipe III a las cortes del rey persa Shah Abbas, en el siglo XVII”.
Esta fue leída en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum Laude.
1995-96 “Curso de Lengua Inglesa” en la Universidad Complutense de Madrid.
1995. Finalizados los Cursos de Doctorado en el Departamento de Filología Románica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid.
1995 Curso de Inglés en Crest School of English, Londres.1995 “Las crónicas de Indias” en el Colegio Libre de Eméritos de Madrid.
1994 “VIII Curso Superior de Filología Hispánica”. Universidad Complutense de Madrid y Ministerio de Educación y Ciencia español.
1994 “Los poetas de la generación del 27”. Comentario de textos en el Colegio Libre de Eméritos de Madrid.
1993. Licenciatura en Lengua y Literatura Española en la Facultad de Lengua y Literatura de la Universidad Azad. Teherán. Irán.Título convalidado por la Universidad Complutense de Madrid y en proceso de homologación por el Ministerio de Educación y Ciencia español. Fecha de entrega de la Licenciatura por la Universidad de Irán: Junio 1995.
1984 “Curso de Lengua Árabe” en el Centro Darek Nyumba. Universidad de Comillas.
-
DATOS PROFESIONALES.
Mayo 2006. Vocal del Tribunal de exámenes, para los 3 niveles DELE. Instituto Cervantes. En Teherán. Irán. Desde 2001. Directora del Departamento de Español de la Universidad Allameh Tabatabayi. Teherán.
Desde 1998. Miembro del cuerpo docente de los Departamentos de Español de las Universidades Azad Islámica y Allameh Tabatabayi.
1998- 99. Directora del Departamento de Español de la Universidad Azad Islámica de Teherán.
1994. Diploma en Lengua Española otorgada por la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid.
1991-1994. Miembro del consejo de escritores en las revistas culturales, de ¨Keyhan farhangi¨ y ¨Sher¨.
Entrevistas para programas culturales y educativos de la Televisión Iraní, con el propósito de dar a conocer la cultura de Occidente, en especial la española, con los siguientes personajes:
Emitidas por la Television iraní, bajo los títulos. “Andalus civilización perdida” y “Occidente tercera mirada.”
Don. José Maria Blázquez Martínez. Madrid, 1994, 1995.
Don. Miguel Cruz Hernández. Madrid, 1995.
Don. Gustavo Villa palos. Madrid, 1995.
Don. Gustavo Montalvez. Madrid, 1995.
Don. Pedro Cereza Galán. Granada, 1995.
Don. José Luis López Aranguren. Madrid. 1995.
Don. Mario Alfonso San Juan. Madrid. 1995.
Don. Calos Ortega. Madrid . 1995.
Don. José Mª Rojo. Madrid. 1995.
Don. Enrique Miret Magdalena. Madrid. 1995. 1996.
Dña. Eugenia Popeanga. Madrid. 1995.
Don Gonzalo Presa. Madrid.1995.
Don. Joaquín Rodríguez Vargas. Sevilla. 1995.
Don. Luis Alberto Cuenca. Madrid. 1996.
Don. Quintín Racionero. Madrid. 1996.
Dra. Lourdes Rensoli Laliga. Madrid. Octubre,1995. Teherán. Septiembre, 1995
Don Rafael Lechner. Madrid. 1996.
Dña. Olga Viza. Madrid. 1996.
Don. Néstor Norma. Madrid. 1996.
Dña. Gema Nierga. Madrid. 1996.
Don. José Antonio Pangua. Madrid.1996.
Don Julio Martínez Mesanza. Madrid.1996.
Dña. Teresa Aranguren. Madrid.1996.
Don. Carlos Martínez. Madrid. 1996.
Don. Luciano Berriatúa. Madrid. 1996.
Don. Alberto Peláez. Madrid. 1996.
Dña. Pilar Miró. Madrid. 1996.
Don. José Iturmendi Morales. Madrid. 1996.
Don. Antonio Medrano. Madrid. 1996.
Don. José Portela Sandoval. Madrid. 1996.
Dña Teresa Oñate y Zubía. Madrid. 1996.
Don. Carlos Segovia de Solopeña. Madrid. 1996.
-
IDIOMAS:
Español Bilingüe. Inglés Leído: Medio Escrito: Medio Hablado: Medio Árabe Leído: Medio Escrito: Medio Hablado: Básico Persa Nativa
-
PUBLICACIONES- LIBROS:
A Introducción a la literatura española : recopilación.- Teherán: Miad, 1992 - 410 páginas.a Gramática española. - Teherán : Marandiz, 1993. - 365 páginas.*Registrado en la Biblioteca Nacional de Madrid con el número: 9/146547*Registrado en la Biblioteca del Congreso de los EEUU.*Registrado en la British Library, Londres.
Única Gramática española exhaustiva en persa.a “La Tía Tula” de Miguel de Unamuno al persa. Publicado por la editorial Nowruz Honar. Abril de 2004.
A “Requiem por un campesino español”. Ramon J:Sender. Al persa. Publicado por la editorial Elm. Febrero de 2005.
A “Seis cuentos latinoamericanos” al persa, junto con Nazanin Nozari. Publicado por la editorial Nowriz Honar. Febrero 2005.
A “Frases celebres”. Traducción del español. Para publicar en la editorial Noruz honar. Marzo de 2005.
A Antología de la poesía española [Generación 27] en persa : Estudio, análisis y traducción. En trámite de publicación por la editorial Karwan.
A Antología de la poesía moderna de Irán traducida al español. En trámite de recopiliación. Para publicar en España.
A Estudio sobre las obras y el pensamiento de Don Miguel de Unamuno. En trámite de la revisión final para publicar, en el 2005.
A Unamuno poeta. Estudio de Rosario de sonetos líricos y una selección de sus poemas. En trámite de perfección.
-
ARTÍCULOS EN PUBLICACIONES SERIADAS:
A “Persa es mi vida” : Entrevista al profesor Rogilio Limozín Lamote. Publicado en la revista iraní Zan Rooz [“Mujer actual”]. No. 1352 [Mar. 1992]; pp. 12-15, 60-61.
A “El Islam en España” : Traducción del periódico El Mundo. Publicado en la revista más prestigiosa de Irán: Kayhan Farhangi [“Mundo Cultural”]. Vol. 9, no. 4 [Jun. 1992]; pp. 78-79.
A “Lenguaje público, lenguaje literario”: Trabajo sobre Juan Benet. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 9, no. 12 [Mar. 1992]; pp. 62-65.
A “Poesía, diálogo con Dios”: Trabajo sobre Derek Walcot. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 9, no. 10 [Ene. 1992]; pp. 63-64.a “Presentar algunos libros españoles”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 9, no. 6 [Sep.. 1992]; pp. 61-62.
A “Dámaso Alonso y Literatura Contemporánea de España”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 10 [Ene. 1993]; pp. 33-35.
A Presentación del libro “Alá es grande: encuentros con la revolución islámica”. En: Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 3 [May. 1993]; pp. 60-61.a “New York, ciudad de los dioses”: Traducción de un artículo del periódico El País. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 3 [May. 1993]; pp. 60-61.
A “Cincuenta años del silencio de Miguel Hernández”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 4 [Jun. 1993]; pp. 78-79.a “Rafael Alberti y sus poemas.” Publicado en Sher [“Poesía”], la única revista iraní consagrada a la poesía. Vol. 1, no. 2 [Mar. 1993]; pp. 22-26.
A “Sentido de la vida”: Trabajo sobre Héctor Manzolino de Argentina. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 7 [Sep. 1993]; pp. 64-65.
A “He sido el esclavo más libre...”: sobre José Hierro. Publicado en Sher. Vol. 2, no. 10 [Abr.-May. 1993]; pp. 60-63.a “La poesía, arte divina”: Entrevista con el Profesor José María Blázquez Martínez. Publicado en Sher. Vol. 1, no. 6 [Sep.-Oct.. 1993]; pp. 46-51.
A “Oriana Fallaci”: Traducción de un artículo del periódico El Mundo. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 10, no. 12 [Mar. 1993]; pp. 76-79.
A “Puedo escribir los versos mas tristes esta noche...”. Publicado en Sher. Vol. 11, no. 9 [Feb.-Mar. 1994]; pp. 58-61.a “Woul Suinka” : Ganador del premio Nóbel. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 11, no. 2 [Abr. 1994]; pp. 78-81.
A “Encuentro con las obras de Azorín”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 11, no. 6 [Ago. 1994]; pp. 76-77.
A “Cómo se formaron las generaciones literarias”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 11, no. 7 [Sep. 1994]; pp.78-81.
“Raíces y pensamientos”: Entrevista con el Dr. Miguel Cruz Hernández. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 11, no. 7 [Sep. 1994]; pp. 4-8.
“Romancero gitano, hablar de Lorca”. Publicado en Sher. Vol. 2, no. 14-15 [Dic. 1994]; pp. 46-48.
“Crisis de fe: el drama de nuestra era”: Entrevista con Dña. Rosa Chacel. Publicado en Kayhan Farhangi.. Vol. 12, no. 121 [May.-Jun. 1995]; pp.40-41.
“Dante y las grandes obras islámicas”. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 12, no. 123 [Oct.-Nov. 1995]; pp. 32-37.
A “Entrevista en una tertulia literaria con los poetas jóvenes de España: Lourdes Rensoli Laliga, Javier Pérez Castilla, Alejandro Sanz, Niall Binns, Jorge Richman, Ana Isabel Ballester Dorado, Paco Ramirez Viu, Calros Javier Morales y Adolfo Cueto”. Publicada en Sher. [Número especial del verano1995]; pp. 114-119.
A “¿Quién puede ofrecer la esperanza?”: Entrevista con la Dra. Lourdes Rensoli Laliga. Publicado en Kayhan Farhangi. Vol. 12, no. 125 [Feb.-Mar. 1996]; pp. 4-9.
A “Encuentro con la poesía moderna de Irán” [ poemas de Forough Farrojzad]. En la revista Caminar Conociendo. Las Navas del Marqués (Ávila) Junio de 1997.
a “Najmeh Shobeyri. Una voz de Irán” Entrevisa. Revista Nautas. [Noviembre 1997]. pp. 69­71.
A “ Música de las piedras” Revista del Arte. Honar Irán.Vol. 5. Taducción.Marzo 2001. pp. 94­95.
A “Miguel Hernández, poeta del pueblo.” Publicado en la revista cultural, Azma. [Sep- Oct.2003] pp. 42­44.
A “Lorca un mundo apasionado” Revista cultural Kelk. [Mayo 2001]. pp. 19­24.
A “Vínculos culturales entre Irán y América Latina ” Revista cultural Azma. [Noviembre-dic.2003] pp. 8­9. y La traducción de la elegía para Ramón Sije de Miguel Hernández. En las pp. 34­35.
A “Trasmisión del sentido, lo mas importante en la traducción” Revista cultural Azma. [Noviembre-junio. 2004.]Vol. 30.pag 17.
A “América Latina. España. Poesía, palabra común del dolor.” Revista cultural Azma. [ mayo 2006]. vol. 43. pp. 14­15.
A “Influencia de Hafez, sobre Lorca” Revista cultural Anahid. Vol. 11. [mayo 2006]. pp. 56­58.
A “Unamuno poeta” Revista Golestane., Enero 2007 pp. 24-27.
Actividades culturales:
a La celebración de la noche lorquiana [poesía, crítica, recitación de poemas, y el teatro de Yerma en español, por vez primera en Irán.] Casa de los artistas. Tehéran. Agosto de 2002.
a La celebración de la noche dedicada a Miguel Hernández. Casa de los artistas. Teherán. Diciembre de 2002. Kanun Adabiat. ILC.
a La celebración de noche dedicada a Rainer María Rilke. Anfiteatro del Centro Cultural de Madreseh.Teherán. Febrero de 2003. Kanun Adabiat. ILC.
a La celebración de la noche dedicada a Tagore. Centro Cultural. Shafagh. Diciembre de 2003. Kanun Adabiat. ILC.
a La celebración de la noche dedicada a los simbolistas francesas. 20 de julio 2006. Kanun Adabiat. ILC.
-
PARTICIPACIÓN EN CONGRESOS Y CONFERENCIAS.
a “Encuentro con la poesía moderna de Irán” [poemas de Forough Farrojzad]. Ávila. Junio de 1997.
a “El Islam y el modernismo. El feminismo.” Celebrada en la Universidad de Granada. Abril de 99. Granada.
a “Dialogo entre culturas. Recíprocas influencias literarias entre España e Irán” Centro Cultural del Ministerio de Exteriores de Irán. Teherán. Con motivo del viaje de presidente español José María Aznar a Irán. Octubre de 2000.
a “Diálogo entre culturas. Vínculos entre España e Irán”. Madrid. Marzo de 2001.
a “ Diálogo entre culturas”. La necesidad del desarrollo del español en Irán. Septiembre de 2002. Río de Janeiro.
a “Primer Congreso Internacional Diálogo entre Civilizaciones. Iberoamérica y el Mundo Islámico”. El cambio del pensamiento en la evolución de las generaciones literarias. Bogotá 22 a 27 septiembre de 2003.
a “Seminario del diálogo entre culturas, entre Irán y España.” 14­15 noviembre 2003. 24­25 de Azar. 1382. Toledo.
a “El arte y la cultura, en servicio del conocimiento de las naciones.”
a “Día de Cervantes. 23 de abril de 2004“. Celebrada por la Embajada de España en Irán, Teherán.
a “Unamuno y Don Quijote.”
a “Conferencia sobre la personalidad de Tagore. “ En la noche de Tagore. Diciembre 2003. Centro cultural Shafagh. Irán, Teherán.
a “Congreso Internacional de Hafez“ Influencia de Hafez en Lorca. Irán. Shiraz. 12­13 Octubre 2005.
a “Conferencia sobre la literatura española¨ Centro Cultural Farhangsaraye mellal. Irán, Teherán, 1 de Marzo de 2006.
a ¨Conferencia sobre la diferencia entre la poesía española y latinoamericana¨ Centro cultural Kanoon Adabiat. Irán, Teherán. 11 de Marzo de 2006.
a Emisión radiofónica sobre la literatura española. 3 noches, Septiembre 2006.
a Emisión radiofónica sobre la influencia de la literatura y pensamiento persa en España. 3 noches, 8, 9 y 10 de Marzo de 2006.
a Primer Seminario de Estudio de la Didáctica de lengua y literatura española en Irán. Celebrado por la Universidad Azad de Tehéran. Ponencia sobre. “Unamuno poeta”. 11 junio 2006.
a “Pedro Salinas. Poeta del amor.” Farhangsaraye Mellal. [Centro Cultural Melal. Teherán]. 5 julio 2006.
Asr Tarjomeh. [ Era de la traducción]. Ciclo de estudios sobre las traducciones publicadas en Irán.
1. Estudio sobre la traducción de Platero y yo, de J.R.J, en la traducción de Abbas Peyman.
2. Estudio sobre la traducción de la Fiesta del chivo de M. Vargas Llosa, en la traducción de Abdollah Kosari.
3- Estudio de las obras de Guita Garakani. Traductora iraní.
*
FOTO: Ali Shobeiri
*
(Tomado de:
.

martes, 20 de octubre de 2009

Ezequiel Martínez Estrada: El Cuchillo (y c)


El cuchillo. Hasta la punta misma del cuchillo actual llegaba en la espada lo inherente al dueño, lo que formaba unida leal con el brazo. Al acortarse hasta ahí dejó al hombre librado a su fuerza, a su arte y a su destino. Esa parte es, además, la seria, la inclemente; la finta estaba en lo que ha perdido de longitud. No queda ya apelación a lo imprevisto ni a la teoría.
-
Así pequeño puede llevarse entre las ropas y entonces adquiere el mérito de un amuleto junto a la carne. Como utensilio 'interior' participa de lo mágico. Su fidelidad se siente paso a paso en la marcha pedestre y es la compañía de la pierna. Se lo puede llevar en la cintura, que es la altura del cuerpo en que los brazos descansan con naturalidad. Al costado va el ancho y corto de desollar. El que se lleva a la espalda, señalándose bajo la ropa, agazapado, es el peligroso; cuchillo del domingo, el prohibido. Del cabo puede colgarse el rebenque, porque el cabo es todavía la mano.
-
Es raro el suicidio con él cuchillo; es un arma del hombre para afuera de la empuñadura hacia la punta; no se vuelve contra el amo, como el perro, que es lo que se le parece más. Puesto que toma sentido superticioso en lo que tiene de amuleto, es propicio por excelencia. La hoja desnuda es la advertencia del peligro; declara la anchura de la herida y su profundidad; es en el aire como la medida metálica del agujero en la carne; hay entre el acero y la carne una misteriosa correspondencia, que es cortar, y hasta entrando en la vaina previene que puede herir. La sangre deja limpio el acero, pero se acumula y oscurece en el lugar en que la hoja se une al cabo (donde lo que participa del mundo se une a lo que pertenece a la mano); o se la embebe el mango, si es de cuero o de pata de ciervo.
-
Hay el cuchillo de todos los días, cuchillo de trabajador, con mango de madera o encorado, de hoja desgastada y filo curvo de tanto usarse; y el de las fiestas, de corte rectilíneo, sin rastro casi de la afiliación, de plata, con iniciales y labrado. Esa es el arma ornamental, con la S que es la estilización de la empuñadura, que ampara y no priva del contacto en el golpe. Hasta puede llevar dos versos inscritos en la hoja, como el del Chacho. Ese es el facón, más largo, con dos estrías longitudinales, doble filo apenas embotado y un arabesco arborescente, en medio del cual la marca de fábrica: la armería más que el posesor. El cuchillo es de un filo, fino, afinadísimo en el trabajo delicado de la chaira o contra otro, con la voluptuosidad de un afeite personal. Su filo se prueba sobre la yema del pulgar, y la semnsación sutil indica su finura sin filván. Con la uña se aprecia el temple, y golpeando de plano es ofensivo. En el saludo se suele amagar que se extrae y basta llevar la mano al mango, como se chista al perro demasiado guardian.
-
Bien manejado puede apenas rasgar la epidermis, y hay una clase de consumada destreza que consiste en tatuar al adversario como a un esclavo, en ponerle marca como a la hacienda, que quiere decir vasallaje sin manumisión posible.
-
El mérito del cuchillo está en la punta, lo mismo que en el florete; pero no termina allí. El florete es sólo un punto; el cuchillo está en el ápice, mas sigue a lo largo de la hoja. El golpe de filo, el hachazo, indica indulgencia o desprecio, y es así como hiere el peón al patrón y el gaucho al extranjero. Es también el golpe del vcaballero al hombre pobre que va a pie.

.
(Ezequiel Martínez Estrada en 'Radiografía de la Pampa'. Si quiere leer el interesado esta magnífica obra puede dirigirse a la Editorial Losada. No se arrepentirá. Y que conste que no tenemos acciones en esta empresa argentina de libros. Lo juramos)

lunes, 19 de octubre de 2009

Ezequiel Martínez Estrada: El Cuchillo (b)

El cuchillo da autoridad porque en manos del obrero es competencia sin dejar de ser instrumento de justicia y libertad. Con él puede el individuo, según la frase de Alberdi, 'llevar el gobierno consigo'. No en vano el hombre del cuchillo significa también derecho de gobernar y juzgar.
*

Por él se percibe a través del brazo y el corte anatómico, el estertor de la víctima; y por la sangre que moja la mano, la agonía caliente, el derrame de la vida y la afirmación de la existencia personal. Es el arma corta que dificulta la ayuda; el yo mineralizado y objetivo librado a su suerte, a su sino, sin azar; el arma individual, el arma del hombre solitario.
*

Sirve, naturalmente, para subrayar la razón, para hablar con sinceridad, y en las manos infantiles del niño y de la mujer, es dócil a la tarea doméstica. Corta el pan y monda la fruta, pero es peligroso llegar al secreto de su manejo y al dominio de su técnica completa. El conocimiento de su 'arte cisoria' es fatal, como el de hacer un buen verso; se llegá hasta ahí, hasta donde no se quisiera. Sive para matar, y particularmente para matar al hombre, del que exige determinada proximidad de cuerpo a cuerpo, eliminando cualquier ventaja, cualquier impunidad por alejamiento. Es la síntesis de todas las herramientas que el hombre manejó desde sus orígenes. Ameghino encontró cinco clases de cuchillos diminutos, de piedra, en nuestra pampa.
*

Es la única arma que sirve para ganarse el pan con humildad y la que en el rastro de sangre adherida denuncia el crimen. Es en ocasiones más rápida que el insulto y muy difícil de medir o graduar en la agresión, porque cuando el alma puede retractarse, la mano ya cumplió el primer impulso, inconscirente; por lo cual diríamos que resulta más veloz que el pensamiento y más próxima a la voluntad que el pensamiento mismo. Entra hasta el puño, el índice y el pulgar tocan el cuerpo. Ese contacto que bastatría para perdonar, indica lo consumado sin remedio.
*

Tiene, el cuchillo, el tamaño de la parte de la hoja que queda adherida al pomo, a disposición del duelista, cuando salta la espada rota: el trozo fiel del arma es eso que sigue firme, el pedazo seguro. Al quebrarse, pierde lo que pertenecía al azar, a la fábrica, al obrero que la hizo; lo que salta, roto, pertenece al metal y es el exceso. El cuchillo tiene un tamaño sin exceso, nada de azar ni de extraño, que es lo que se ha suprimido justamente.
*

El sable, el florete, manejados con rapidez, ofrecen al puño la resistencia de su longitud; hay una fuerza inerte según la velocidad y la trayectoria de la punta, que exige a la muñeca que los someta al juego y los haga ceder a la intención, mientras que en el cuchillo la fuerza va de la mano al extremo, sin que la hoja presente oposición sensible al impulso. La espada tiene su escuela y su estilo; el cuchillo es intuición, autodidáctica. El maestro no puede enseñar nada al discípulo; todo se aprende con el ejercício, visteando, si se posee el indispensable don innato y el coraje. Es tanto el arte de la mano como del ojo. El lance a cuchillo como exhibición (no es un espectáculo: es una intimidad), mientras que en el juego de la espada y del florete, la exhibición es el verdadero fin. El cuchillo no admite el simulacro; y rara vez el juego como simple demostración festiva. La única suerte de exhibición del cuchillo, la clavada, repugna a la índole de esta arma, en cuanto debe soltarse de la mano, arrojarse y dirigirse con puntería; todo lo cual es extraño a su finalidad y naturaleza. Inclusive la puntería, que exige el punto fijo, la frialdad en el pulso y hasta el raciocinio; siendo que la agresión es dirigida, en la pelea, a un punto cualquiera del cuerpo, según lo ofrezca vulnerable el adversario. Y aun en ello no hay nada del pulso, de la fría intención, sino del golpe de vista, de lo espontáneo, de lo intuitivo, de lo que brota con la instantaneidad inconsciente de ese movimiento opuesto e indiscriptible, que en el animal perseguido se llama gambeta y que también existe en su puro valor de defensa en el hombre agredido.
*

Seguirá en 'El Cuchillo (c)'.
*

(Ezequiel Martínez Estrada en 'Radiografía de la Pampa')

sábado, 17 de octubre de 2009

Ezequiel Martínez Estrada: El Cuchillo (a)

Ezequiel Martínez Estrada: El Cuchillo (a)

El cuchillo va escondido porque no forma parte del atavío y sí del cuerpo mismo; participa del hombre más que su indumentaria y hasta de su carácter más bien que de su posición social. Su estudio corresponde mejor que a la heráldica y a la historia del vestido, a la cultura del pueblo que lo usa: es el objeto más precioso para fijar el área de una técnica.
*
Es un adorno íntimo, que va entre las carnes y la ropa interior; algo que pertenece al fuero privado, al secreto de la persona, y que solo se exhibe en los momentos supremos, como el insulto; pues es también una manera de arrancar una parte recóndita y de arrojarla fuera. Exige el recato del falo, al que se parece por similitudes que cien cuentos obscenos pregonan; quien muestra el cuchillo sin necesidad es un indecoroso.
*
El sable presupone en duelo; el cuchillo es para el duelo a pie. Dijo Lugones:

Con el patriótico sable
ya rebajado a cuchillo.
*
Por su tamaño impide que nadie tercie en la lucha; está indicado que el lance tiene intimidad y que excluye al testigo y al intercesor. Si es arma, lo es tan temible como cualquier objeto que sólo se emplea como tal eventualmente; no tiene la forma entera del arma cuyo destino delimita el uso exclusivo; y tampoco porque solo falla cuando falla el brazo, de donde la seguridad en si mismo es la eficiencia de esta punta de acero en que concluye el ímpetu. Ninguna da, como el cuchillo, fe en sí después de la victoria; el vencedor siente que la victoria es más del mango que de la hoja. Todo el mango está en la mano cerrada que lo oprime hasta el mismo nacimiento del filo; tiene la forma justa para ser asido, y aun cuando ello es peculiar de las armas que se empuñan, ninguna otra es tan para la mano sola; mandíbula cerrada con fuerza es la mano que abarca el cabo, y así acentúa la intención en el colmo de la fuerza concentrada. La mano lo percibe en la esgrima como a la misma voluntad en punta, pues no exige que se piense en él, ni en lo que se conoce de él a título de técnica.
*
El tajo certero puede gloriar toda la existencia de quien lo aplica; siempre recordó Necochea la vez que, atravesando una tropa enemiga, a vaballo y en pelo, cercenó hasta la columna vertebral, que era la proeza en el arte del degüello, a un godo que se le enfrentó. Rosas lo consideró instrumento de proselitismo e hizo un rito de su uso; prohibió llevarlo en domingo; y Darwin cuenta cómo Rosas se hizo castigar cierta vez que, por descuido, infringió sus propias órdenes. Rivadavia prohibió terminantemente que se lo usara, con lo que también por ese lado atacó un aspecto de la religión. Decretaba la supresión de una Orden.
*
La vaina arrebata el cuchillo al mundo; el cuchillo envainado está sustraído al mundo de la muerte. Es un utensiliom en reposo, aunque nunca permite el ocio completo; tiene del sueño enigmático del felino. Debajo de la almohada es el perro fiel, y en la cintura el ojo occipital de la sospecha, de esa mitad del hombre que está a su espalda. Es más que el dinero en el bolsillo y que la mujer en la casa: es el alimento en cualquier lugar, el reparo del sol y de la lluvia; la tranquilidad en el sueño; la fidelidad en el amor; la confianza en los malos caminos; la seguridad en sí mismo; lo que sigue estando con uno cuando todo puede ponerse en contra; lo que basta para probar la justicia de la fama y la legitimidad de lo que se posee.
*
Seguirá en 'El Cuchillo (b)'.
(Ezequiel Martínez Estrada en 'Radiografía de la Pampa')

jueves, 8 de octubre de 2009

José Mª Amigo Zamorano: Pregunta sin respuesta


No sabemos el por qué de este escrito estando, como estamos, con bronquitis; desde luego no parece el mejor momento más apropiado de escribir sobre la felicidad: te silvan o cuecen los pulmones, toses continuamente y la garganta parece que arde.



Quizás el momento más propicio, para preguntarse por la felicidad, sería esa hora en que se anuncia el alba. Hora en que todo está sereno y los ojos se abren, extendiéndose hacia el horizonte, hasta un paisaje parecido al paraiso. Por supuesto en primavera.

Surge aquí, ya, el acicate que nos impulsa hacia la esencia de la felicidad: ¿Es la felicidad ausencia de dolor?... ¿O un instante de belleza que la naturaleza nos trasmite?...

En ambos casos se presupone que es la felicidad de una persona. Sola. Ante si. O ante un paisaje.

De esa manera se aparta todo lo que está fuera del que piensa en la felicidad. Es el puro yo. El ego. El individuo. Ya lo dice el refrán: 'la caridad bien entendida empieza por uno mismo'.

No aparece el ser social. Para nada.

Y así, desde esa abstracción, se puede definir la felicidad como el pensante quiera.

Pero una vez salido de su ser, cuando el cuerpo se ha curado, los pulmones no silvan dolorosos, la tos se ha extinguido, la garganta no nos arde; una vez que eso ha pasado, como ha pasado el alba que llevaba a los ojos ese hermosísimo paisaje, donde la serenidad y pureza del aire nos transportó al edén, el individuo, la persona, el yo, el ego, se tiene que hundir en la vida de relación social.

Entonces comprendemos que esos instantes de dolor, o de admiración de la belleza, no nos sirven.

Es otro mundo al que los sentidos se abren: Los ojos se ven lacerados por miles de injusticias; los oídos se lastiman con palabras aceradas y con llantos; el olfato soporta, a duras penas, olores nauseabundos; el gusto recibe el sabor de las uvas amargas; y, el tacto, el doloroso arañazo de las zarzas.

Una vez latigados nuestros sentidos, ¿cómo hallar la felicidad?

Difícil de contestar esa pregunta.

Pero habrá que hacerlo: nos suponemos que esa felicidad se encuentra enfrentándose a los enemigos. En unión, claro está, con otros que piensen como nosotros, es decir que, para gozar de la vida, hay que combatir a los que la afean: los explotadores, y otras gentes de mal vivir, por ejemplo.

Uno puede ser feliz en el dolor porque sabe quien es y a donde va su canto.

De la misma manera puede ser infeliz contemplando un hermoso paisaje, porque intuye un cadaver entre la floresta y no ha pensado nunca en buscar al asesino.

Y, según todo lo anterior, aun nos preguntamos:

-¿Qué es la felicidad?

Para terminar respondiendo así:

-Esa si que es una buena pregunta.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Poesía de África: Congo

Poesía de África: Congo

*

Canto fúnebre


Oh gran Nzambi, lo que tú haces es bueno,
pero tú nos has dado una gran tristeza con la muerte.
Tú debías haber hecho que no muriéramos.
Oh Nzambi, tenemos una gran tristeza.

*
 
(Tomado de 'Poesía Libre', número 14; revista de poesía; Ministerio de Cultura, Managua-Nicaragua; año V; marzo de 1985)

martes, 25 de agosto de 2009

Alma herida y corazón partido de Doña Agustina Alonso González (*)


"Angel Martín Alonso que fue fusilado el 4 del 9 de 1936, era el novio (sic) de la famosa y mito de Moraleja del Vino, Agustina Alonso. Cuenta que se lo arrancaron de sus brazos y desde entonces ha tenido el alma herida y el corazón partido.

Agustina, según cuentan los que la conocieron en los años de su juventud, era una mujer dulce y amable, pero las circunstancias de la vida le cambiaron el carácter y su modo de ser, convirtiéndose, en ocasiones, en agresiva, llamado al pan pan y al vino vino.
Cuando unos compañeros y vecinos suyos me la presentaron, ya era una mujer de edad avanzada, aunque su energía demostró que continuaba viva, ya contaba con 94 años y convivía con una de sus hijas, al no permitirle sus fuerzas valerse por si misma.

Recuerdo que cuando la saludé y le conté el motivo de mi visita, le intuí que su corazón dio un salto de alegría al decir:

-Ya ha querido Dios que alguien se preocupe de nuestros muertos, ya que los fariseos no nos dejaron, durante cuarenta años, rezarle sobre su tumba ni siquiera un padrenuestro, ni llevarle flores por estar aislados del resto.

-Aunque a decir verdad -dice Agustina- no son nuestros muertos, porque no fuimos nosotros quienes los aseninamos, sino que fueron ellos, aunque nosotros somos quienes les echamos de menos.

-Y ¿cómo olvidarlo?... -dice Agustina- yo que me encontraba feliz y en lo mejor de mi vida, arrancaron de mis brazos mi primer amor, el que nunca se olvida; a pesar de que después también lo fui; aunque distinto; porque en aquel momento ya mi vida no tendría sentido; pero después, pasado un tiempo, me casé y Dios me dio hijos y un marido que me supo comprender y yo a él; lo que dio lugar a que mi corazón se dividiera en dos, con un solo recuerdo: el que no perdona ni olvida (*)"

(Tomado del libro de Alfonso Lara Díaz y Serrano, Prejuicios de la guerra civil española 1936/1939 a 1975, páginas 109/110, Imprenta Jambrina -Zamora-, 2009)

__________

(*) En el libro aparece una foto (préstamo de Doña Agustina Alonso Gonzáles al autor) con tres jóvenes (uno de ellos subido a caballo de los otros dos) y en el reverso de la fotografía se leen estas palabras de puño y letra de Doña Agustina:
"estos son Adolfo (su hermano), Paco y Angel Patudo asesinados en el 36 por los asesinos de Moraleja".

Cuando se la entregó le dijo:

-Cuídela usted, porque le entrego parte de mi vida. Paco es el que está a caballo.

Observase que para Doña Agustina Alonso González no hay 'represariados' solo asesinados y por lo tanto asesinos; asesinos que el autor -no sabemos por qué, quizás por miedo- no cita jamás con nombres y apellidos. Y nos consta que ella se los nombró.

Este miedo es una prueba del poder que siguen teniendo los fachas en España y explica el por qué no se ha hecho un homenaje estatal a las víctimas del franquismo. Pero, en fin, a pesar de ese miedo del autor y de las mismas víctimas que aun viven y de sus familiares, que todo hay que decirlo, bien venidos sean estos libros que, luego, servirán para que historiadores concienzudos lo plasmen en libros científicamente escritos.

Recuerdos amargos de Doña Agustina Alonso González (+)


Represariados (sic) (*) en Moraleja del Vino y fusilados en el cementerio del mismo lugar:
No solo en una misma noche, según relata Agustina Alonso, otros a manos de los falangistas del pueblo, los sacaron de sus casas a goteo para sembrar la incertidumbre.
Agustina lleva a sus espaldas 96 años y un recuerdo no muy grato:

El 3 del 9 de 1936 fusilan a Julián Catarín González y la misma noche a Andrés Jambrina Domínguez.
El 4 del 9 a Ángel Martín Alonso.
El 21 del 7 a Valentín Castaño Martín.
El 21 del 8 a Ramón López Alonso yla misma noche a Ezequiel López Fernández.
El 24 del 9 a Bernardino Domínguez González.
El 25 del 9 a Francisco Martín Fernández.
El 27 del 10 a Ángel Martín Rodríguez.
El 17 del 11 a Ángela Alonso Alonso (1).
El 7 del 12 a Emilio Diéguez Fernández e hijo Emilio Diéguez.
El 12 del 12 de 1936 a Adolfo Alonso González (3)
El 15 del 12 a Santiago Bartolomé Santiago, la misma noche a Ángel Chapado Bajo, a Serafín Chapado Bajo, a Isaac Esteban Isidro, a Domingo Gago Mayor y a Andrés García Isidro. Estos seis últimos fueron fusilados la misma noche del 15 del 12 de 1936.
Estos tres últimos, Isidro Alonso, Alfonso y Gregorio Delgado no hay fecha de su fallecimiento; lo que si es cierto, según testimonio de los arriba indicados (sic), que fueron fusilados y enterrados en el cementerio del lugar de Moraleja del Vino después de ser humillados, masacrados y apaleados en el Ayuntamiento del susodicho lugar a manos de falangistas del pueblo.

Cuentan los lugareños de Moraleja del Vino que a Francisco Martín Fernández, apodado 'El Poroque', fue fusilado en el cementerio de este lugar a manos de los falangistas del pueblo el 30 del 9 de 1936. Fue fusilado dos veces. Yo pregunto a ambos (sic):

-Y ¿eso cómo pudo ser?

Respuesta convincente de estos (sic):

-Le sacaron de su casa, le condujeron al Ayuntamiento donde le humillaron con vejaciones intimidatorios (sic), le apalearon después y cuando se saciaron, le llevaron al cementerio y fuera, sobre la pared, le ametrallaron, cayendo su cuerpo al suelo. Creyendo estos verdugos de que estaba muerto, le abandonaron como a un perro, pero no fue cierto que había muerto. Este al observar que el ambiente se hallaba despejado, arastrando su cuerpo sobre la tierra, pudo llegar a su casa, llamó a la puerta y al ser altas horas de la noche y el clima que se respiraba, la familia pensó que serían los falangistas que venían a por los demás de la familia, estos aterrorizados, abrieron la puerta y allí estaba Francisco, sangrando en el suelo, pidiendo auxilio, le adentraron como pudieron y enseguida llamaron al médico de cabecera, el que le practicó una cura de urgencia y a continuación dio cuenta a los falangistas que en aquel momento eran las máximas autoridades. De no haberlo hecho, posiblemente el médico también hubiera sido fusilado como estos otros. Le trasladaron al Hospital Provincial, donde estuvo custodiado por dos falangistas hasta su curación y una vez dado de alta lo condijeron al ementerio de la capital denominado 'Cementerio de San Atilano', donde lo fusilaron, asegurándose esta vez que estaba muerto, rematándolo con un tiro de gracia de pistola, no como la primera vez que sus asesinos cuando vieron que cayó al suelo, cobardemente salieron corriendo.
A Isidro Alonso, sin fecha de fusilamiento, antes de fusilarlo, le sacaron los ojos, atestiguan y suscriben los lugareños de Moraleja del Vino. "

*

(Tomado del libro de Alfonso Lara Díaz y Serrano, Prejuicios de la guerra civil española 1936/1939 a 1975, páginas 108/109, Imprenta Jambrina -Zamora-, 2009)
__________
(+) El título es nuestro
(*) 'Represariados' es el término utilizado por el autor en lugar de 'Asesinados'.
(1) De esta mujer asesinada se dice que le cortaron los pechos y, después de abusar de ella, le patearon la barriga, porque estaba embarazada, para sacarle el hijo y, ya malherida y medio muerta, la lanzaron a una fosa echándole cal viva.

lunes, 3 de agosto de 2009

Artenavas 09: 'Sueños del ser' de Ignacio Llamas

Artenavas 09: 'Sueños del ser' de Ignacio Llamas

Artenavas divide las obras expuestas en tres locales: Los Toriles, Covento de Santo Domingo y San Pablo y el Espacio Cultural Caja de Avila.
En Los Toriles expone su obra Ignacio Llamas titulada 'Sueños del ser' (2007) con materiales bien sencillos como son la madera y la luz. 47 x 90 x 90 cm.
En la oscuridad más absoluta solo encuentras 4 o 5 focos de luz.

*

Están ahí y ellas están alli.
Estás ahí, si, en la oscuridad.
Y ellas allí como una esperanza.
Tu está ahí en la angustia del no ser.
Y ellas allí en la alegre negación de la nada.
Caminas a tientas, indeciso, en pos de los cuadrados iluminados.
Te acercas a uno con temor y miras dentro.
No hay nadie.
Es el vacío.
Iluminado.
La nada radiante.
La esperanza truncada.
Te derrumbas.
*
Es un momento de decepción. Un solo instante.
Te tocas. Sigues siendo. Respiras.
En la negrura de la noche.
Te izas.
Sigues estando ahí y otras allí.
Avanzas más decidido hacia otra luz.
Quizás allí lo que buscas te sonría.
Y te asomas con renovada ilusión.
La luz te ciega.
Ilumina una estancia deshabitada.
Luminosa nadería.
Desengaño.
Te hundes de nuevo en la soledad.
*
Te tambaleas por un momento.
Un solo instante.
Otra luz te invita hacia su centro.
No lo piensas dos veces.
Avanzas más seguro.
No tienes nada que perder.
Solo la oscuridad que te rodea.
Tus ojos se abren de nuevo.
A la luz. Otra luz.
Donde compruebas que la soleda persiste aun.
Un renovado no ser
iluminado
te tumba en el negro callejón.
*
Por un momento.
Un solo instante.
Pues continúas estando ahí y ella luce allí.
De repente recuerdas, como en un fogonazo,
la escalera que subía.
Lo intuyes: es una invitación
a hallar la entrada
de la casa y poseerla.
Tu sueño de mileurista.
El gozo te derrama de alegría.
Y te afanas por encontrar las llaves.
¡Ah! ¡Ahí están! Alargas la mano
y... te despiertas.


*

Fdo: José Mª Amigo Zamorano

jueves, 23 de julio de 2009

Juan Urbina Osegueda: La vende-frutas

Juan Urbina Osegueda: La vende-frutas


Cargando una bandeja
llena
de naranjas, guayabas, maracuyá
en la cabeza o en la cintura.
La he visto
en el parque 16 de Julio
en la calle
en la fábrica de puros.
No sé su nombre pero la veo
siempre por la mañana la veo.
Sus guindajes de colochos
se mueven sobre sus hombros.
Morena
persistiré en tu gracia.
Tus ojos grandes y negros se me grabaron
y te veo siempre
aunque no estés delante de mi.

*
Taller de Poesía de Estelí

Revista 'Poesía libre'. Ministerio de Cultura (Managua, Nicaragua) Año IV, número 10, enero de 1984

miércoles, 10 de junio de 2009

José Mª Amigo Zamorano: Canto amargo y desesperado

Él lo decía. Si, fue él el que lo dijo: su canto tiene un contenido humorístico agudo y penetrante, mejor dicho, picaro y amargo que, en conjunto, suena bastante desesperado.


Ese escritor se refería a aquel poeta judío, ya fallecido, que comenzó una parte de su poemario, titulado 'la gracia del canto', con rotundidad manifiesta:


-El hombre es como un pájaro, mientras en él su alma cante.

Así de claro. Mas siendo, como era, 'a-religioso', añadía que su meta no podía ser otra que elevar su canto a las nubes porque, más temprano o más tarde, llegará la hora en que su polvo se aposentaría en la tierra. Su conclusión no era fruto de un mal día sino de profundas reflexiones. Pero había más: con el paso del tiempo (y apostaba por él) oía crujir su cuerpo con música de requiem. Nada singular pues ya otro poeta, José Bergamín, nos decía que al caminar sus huesos se reían de su sombra. También Bergamín había apostado por el tiempo. Y ganó. Ganan todos los poetas que apuestan por el tiempo del hombre, por su llanto y por su canto. Y se redimen. Como León Felipe.
Decíamos que este poeta apostó por el tiempo. Aunque fuera arañándole unos minutos. Con tal de que el mar reflejara algún cántico. Un mínimo chispazo que luciera entre sus olas manchas de púrpura o naranja. Con poco se conformaba. Con eso se libera.
Hasta en los libros más aburridos buscaba esos chispazos, esas combinaciones de palabras para el ultimo viaje. Entonces, cuando las hallaba, era como encontrar notas escondidas para una sinfonía postrimera.
Se preguntaba muy a menudo cómo podría soportar la visión angustiosa de la vida sin esas palabras consoladoras. Esas que lo van sosteniendo. Melodías perdidas halladas por el espacio, lamentos del hombre que, luego, transformará en poemas para recordar que anduvo por estos lares. Bagaje antes de que el jardín se cierre y se caigan las máscaras. Las máscaras y las cáscaras, los halos y las galas que, al decir del poeta Claudio Rodriguez, eran las más burdas mentiras; como la de libertad mientras se redobla la vigilancia.
Quiere quitarse adornos, afeites. Quedarse en cueros cuando emprenda el postrer sendero y dejar todo lo que fue su vivir en el canto, para que galope en el sueño de los justos que caminan aun sobre la tierra. Pues la realidad sabe lo que es: vejez que brota del alba y un pequeño montículo de piedras como recuerdo; o dicho de otro modo: llanto de recién nacido y suspiro final del que se va para nunca más volver. Es la verdad. ¡La puta verdad! Por amarga que sea.
Se consuela, eso si, aun siendo 'a-religioso', porque lo fue, amando la palabra 'Dios', fruto de la fantasía y anhelo del alma humana. Otra manera de cantar en el pequeño territorio de su vida. Donde no tienen fin ni la felicidad, ni el horror. ¡Oh álamos desnudos, ríos de aguas negras, lirios flotando despaciosamente sobre el agua, negros cisnes de cuello melancólico...! Para qué seguir.
En fin, le es imposible, a viejos embaucadores, como ellos, mentir más. Aunque como no poseen nada, ningún reino celeste, al menos recogen (haciendose plural) pequeñas parcelas de palabras para cuando la luz se apague y suenen como en eco.
A su memoria acuden poetas queridos como Natan Zaj, Yesenin, Ajmatova. Grinberg, Walt Witman... que fueron derechos al silencio voraz.

-Si hasta mejores que tu y yo -asegura el poeta- fueron devorados. Y mas de uno ligó toda la brevedad de la vida en una sola y repentina bala de plomo.



Recordaba sin duda al poeta Rubén Yaron y su propio hijo.

Empero aun le late un ligero optimismo pensando que alguna clara mañana se quedarán sin alas las mentiras. Esas cáscaras y máscaras a las que aludía el poeta zamorano como las más burdas. Entonces, está seguro, que contemplará hermosos lirios flotando lentamente sobre las aguas. Y ya no serán necesarios lo poemas.

Mientras tanto un día llegará solo al jardín; un día en que todo se cerrará: ventanas, libros...; y la poesía se alejará; y el propio canto de los pájaros; ese día en que además le dirán que cambie de carnet.

Ese día quizás le ocurra, como él hizo ante la tumba del poeta palestino y amigo Fawzy Abdala, que alguien, uno cualquiera, quizás tú lector, deposite en su féretro un ramo de crisantemos.
Justo enfrente de la inscripción: 'Natán Yonatán, Poeta'.

Bardo que, es cierto, murió un viernes 12 de marzo de 2004.

Dejonos esta gracia del canto que, como afirmaba Amos Oz, nos suena bastante desesperada.

Que le vamos a hacer.

martes, 12 de mayo de 2009

José Mª Amigo Zamorano: En pos de la belleza '¿Te duele?'

Libro: ¿Te duele?
Autora: Angela Segovia Soriano
Edita: Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes
Año: 2009


Ángela Segovia Soriano, de 21 años, nacida en Las Navas del Marqués (Ávila), estudiante de Publicidad en la Complutense y alumna de la Fundación Centro de Poesía José Hierro es la flamante ganadora del V Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande 2009, dotado con 6.000 euros y que incluye la publicación del libro dentro de la colección literaria Universidad Popular, patrocinada por el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes. El jurado, compuesto por Luis Alberto de Cuenca, Ignacio Elguero, Luz Pichel y Manuel Romero Mancha emitió el fallo por unanimidad y destacó el alto nivel de las obras presentadas al certamen, entre las que destacó ¿Te duele?, la ganadora Ángela Segovia considera "demasiado difícil definirse a uno mismo", pero describe su poesía como "una secuencia de imágenes con potencia, como si fueran la secuencia visual de una poesía surrealista". Con anterioridad, ha publicado en el taller de Poesía José Hierro de Getafe Cuadernos del matemático y ha ilustrado el libro Torrijas y balas, de Miguel Ángel Martín.
Fuimos a ver la presentación del libro en su pueblo Las Navas del Marqués. De factura surrealista, (a '¿Te duele?' le hemos hallado algún eco de Saint John Perse en 'Anábasis'), es como un camino hacia la apropiación de la belleza en tres fases: 1ª, 'casa-mano'; 2ª, 'Dentro, sin respirar' y 3ª, 'Una funda con mi nombre''. En el avance hacia esa meta, un avance seguro, casi sin titubeos, va arrojando trozos que no le sirven y los abandona sin mas. Duela a quien le doliere. Es un movimiento imparable. Sin consideraciones. Porque sabe quien es, de que lugar procede y hacia dónde se dirige su canto. O eso cree ella.
Comienza con una suerte de reflexión sobre la caducidad de las cosas, de los seres o sobre el destino en el que se verán abocados. Una mirada impropia de su edad. Aunque 'impropia de edad' es un lugar común: hay hay quienes no maduran ni cuando están a punto de fenecer y otros, en cambio, ya se esnifan rayas de coca con 14 o 15 años. Pero, si, reconozcamos que no es lo más general en esas edades juveniles darse cuenta de que la vida es un soplo y hay que aprovecharla. Leemos ya en la primera página: 'Mira / sólo sé que después vendrá la tierra / a por nosotros'. Y sin solución de continuidad añade que no quedará nada: 'Los abismos las llamadas / desaparecerán, / el hambre la lluvia todo'. Si acaso una fotografía para el recuerdo: 'Colocaos para la foto que se hace tarde / y las cabezas de las vacas se van a apagar / que la luz es muy amarilla ahora / y hay un resquicio de azafrán prendido en las hojas / del pino'.
Partiendo de estos supuestos, ciertos, hay que llenar la vida cada instante, en una actitud abierta a lo que se ofrece por doquier, a la belleza, que aunque fugaz existe y hay que aprisionarla antes de que se evapore, no hay que dejarla pasar. Porque cuando surge, porque brota por ahí y es muy sonora, nace con 'gran ruido de párpados'. Los párpados de uno, singulares. No los párpados del universo, de la Humanidad, ni de la colectividad. Pudiéramos decir que son los párpados de la soledad. De los ojos de Ángela Segovia: 'Yo, / atrapada en tu terciopelo azul, / sangrando el alma porque no puedo / no puedo sostener tanta belleza'.
Es un problema que se soluciona haciéndose belleza, introduciéndose entre sus pliegues. Así, de ese modo se desprende de su materialidad. Lo decimos porque se da a entender que la belleza es algo que está por encima, levitando. Como decía Claudio Rodríguez de la claridad: 'viene del cielo; / es un don: no se halla entre las cosas / sino muy por encima'. La poetisa navera viendo desde la distancia todo lo anterior lo expulsa, lo tira, no le sirven ya: 'los recuerdos que se me atragantan te los doy, / para ti todos'. No quiere que nadie le obstruya ese sendero. No quiere eclipses. Le duela a quien le duela. Es inmisericorde en su andadura. Ni un poso de miramiento, de conmiseración o de ternura. Lo que ya fue deja de servir y lo abandona en la vereda. Como los versos que leyó en la representación de su libro. En la performance según alguno dijo. Y si alguno de los deshechos le duele, porque al fin y al cabo también tiene algo de humana, son como piedrecitas, pequeños cantos que de una patada se los aparta de la senda por la camina en pos de la belleza. Son obstáculos sin importancia en su camino, en su paso por la vida. Es como si avanzara con perfil de diosa 'ebria de violetas'. Angela Segovia Soriano tiene el orgullo de la juventud: 'Que le vamos a hacer / si nacimos caleidoscópicas / y el paso de las hojas nos define'. Efectivamente caminas 'con esa indiferencia que te arropa, / que te ensalza, que te hace superior'. Tan superior, tan suprema que no quiere la permanencia, sino la muerte en la cima: 'con la punta clavada en la garganta por donde sale / mi última palabra / entre estertores atragantados de muselina y gasas / estupefactas. / Mi última palabra / eres tú: / COLIBRÍ. / La belleza ha de ser el único motivo de la muerte'. Es su testamento final.
Todo un poema de métrica libre. Surrealista. Como dijimos arriba le notamos un eco leve de Perse. De quién sea la influencia no sabemos. Pero sí que ha sido, luego, procesada y le ha salido propia. De su alma. De su sangre. De su ser. De sus propias entrañas. Es decir: con personalidad propia, con estilo suyo.
Ha nacido en Las Navas del Marqués una firma poética. Con ansias de cielo. Decía Rubén Darío: 'y tuve hambre de espacio y sed de cielo / desde las sombras de mi propio abismo'. Esperemos que no se esté elevando Ángela desde ningún 'abismo'. Porque los abismos, muchas veces, nunca tienen fondo. Son mortales. Cuando Ángela regrese a la tierra, que regresará, será más divina por humana. Por eso le hablamos de Aimé Cesaire y su 'Cuaderno de regreso al país natal', también surrealista, que no conocía. Si algún día lo lee se encontrará con estos versos muy terrenales que nos gusta citar muy a menudo: 'Y sobre todo mi cuerpo y también mi alma, guardaos de cruzar los brazos en la actitud estéril del espectador, pues la vida no es un espectáculo, un mar de dolores no es un proscenio, un hombre que grita no es un oso que danza... '.
__________
Foto: Ángela Segovia Soriano

lunes, 4 de mayo de 2009

Iswe Letu: Por la calle Molinillo de Las Navas del Marqués



Al final de la calle Juan Fernández Yagüe nos metemos por una calleja de rótulo Travesía del Álamo. Es como salir de la luz y entrar en la penumbra. Esta travesía se nos atraviesa. Nos vamos de allí y torciendo a la izquierda y luego a la derecha penetramos en otra calleja o travesía sin nombre. O al menos nosotros no lo vemos. Estaba vacheada la calzada, el asfalto agrietado, corroido, remendado... luego volvimos al día siguiente y le estaban echando una capa de brea. La necesitaba.
Si en la anterior travesía, la del Álamo, nos figuramos en la penumbra en esta, en la sin nombre, nos rodean las tinieblas. Y es que por estas Navas que dicen del Marqués hay calles, callejas o travesías alejadas o dejadas de la mano de Dios. Posiblemente no vivan parientes o amigos de los jefes municipales por estos lares. Posiblemente no, casi seguro.
Desembocamos en una calle ancha y luminosa. Más adelante leemos: Calle del Molinillo. Lástima, no tiene poyos. Muchas casas tienen orientada su entrada al sur, a la solana. Las ventanas hacia este punto cardinal son más grandes. Bueno, pues en la calle del Molinillo también. Recogen así el calor del sol, que buena falta hace en este pueblo serrano.
Decíamos que el Molinillo no tiene poyos. Y lo sentimos pues es muy larga y en cuesta. No se hallan poyos porque no los necesita al tener, como tienen, casi todas las casas, un patio o jardincillo delante. Y plantas. Ahora, en primavera, lilas florecidas. También enredaderas. Y, como no, muchas se rodean de verjas. No necesitan hablar con el vecino o con el viandante o con el paseante. Suponemos, comparándola con otras calles, que por aquí se asentarían, antaño, gentes del pueblo que lograron un holgado vivir. Sin duda con su esfuerzo. Con su duro trabajo.
Alguien al que se lo comentamos nos contesta preguntándonos:
-¿Solo con su esfuerzo y trabajo?

Y otro responde:
-Y con el de algún obrero al que explotaron.

Nosotros no lo sabemos. De todo habría. Eso sí, se diferenciaron. Y se atrincheraron. Incluso algún perro nos ladraba.
Nos detenemos un instante. Discuten un hombre y una mujer. Un niño llora. Es una familia emigrante. Son rumanos. Tienen antena parabólica. Les une a su tierra y se sienten menos solos y extraños. Este edificio ya no tiene jardincillo, pero en cambio le han puesto un patio delante de la casa y una escalera para subir al piso de más arriba. Hay algunas más de este tipo. No sabemos si el Consistorio tendrá normas de edificación. Pero lo suponemos. Y si es así puede que no cumplan con ese reglamento. Claro está que cuando un edificio se sale de la regularidad urbanistica, destroza la armonía, es como un pegote, un manchón, una cagadita en la soleada calle del Molinillo en esta primavera del 2009. No estará lejos de estos desaguisados la influencia, el amiguismo, el mamoneo y el dios llamado Dinero.
Dos ancianas se saludan. No se entienden. Vocean. Son sordas.
Seguimos nuestra andadura calle arriba. Justo unos metros más allá del Molinillo 112, tres jóvenes, levantado el capó de su coche, lo miran como extasiados, casi con amor. Puede que estén enamorados. No es extraño. A lo mejor es su única propiedad. Quizás no del todo. Tal vez el banco tenga aun un tanto por ciento elevado del automóvil. En cualquier caso es suyo. Y en esta sociedad capitalista de adoración a la Santa Propiedad los verdaderamente propietarios han inoculado esa veneración por la misma a sus criados o esclavos. Con lo cual todos se unen, pobres y ricos, en esa postración ante el dios de la Propiedad Capitalista. Con este envenenamiento, los Propietarios Reales tienen asegurado, mientras duren los efectos de la pócima, su emporio de posibles revueltas, pues siendo todos iguales, amos y criados, esclavos y esclavistas, ¿quién va a levantarse para destruir el sistema?
Decíamos Molinillo 112 porque así se rotula una de las casas. Y la alegra, la embellece, con sus azulejos blancos y sus números y letras azules. Es un signo de distinción agradable a la vista. No sabemos quién vive ahí pero ha tenido gusto. Y se lo agradecemos. Un ayuntamiento, digno de tal nombre, debería premiar este adecentamiento de inmuebles. Animaría, quizás, a otros a cambiar la adustez de las calles por una alegre y luminosa sonrisa.
Ya en el final de la cuesta, en el mismo rellano podríamos decir, que da paso a los Matizales han edificado un inmueble moderno: de dos plantas y cinco casas adosadas, de forma rectangular, lineas rectas, color blanco tenue en la parte de abajo y gris con cinco franjas de un azul pálido arriba. Han eliminado la terraza o jardincillo. Lo singular del edificio, su diseño, es que la puerta de entrada está en la parte norte, es decir en la umbría. En la solana, en el sur, hay cinco grantes persianas que llegan hasta el suelo. Suponemos que son la entrada al garaje. Por cierto, no se ve el tejado; y las ventanas tampoco parecen estar ideadas para recoger el calor del sol. ¡Allá el arquitecto y los que las hayan comprado! Pero tenemos que decir que rompe la estética de toda la calle, por lo tanto, sin ser feo, que no lo es, es ciertamente una cagarruta urbanística. A continuación, así mismo con azulejos y letras azules, la palabra 'Dona', que es palabra catalana o lo parece, en el vallado de una finca. Por fin, 'Villa Manuela' que es castellano. Una villa de Los Matizales. Otro mundo. Incluso multicultural en los rótulos. Allí está 'Miren etxea', así, en euskera, 'Casa de Miren' traducido al castellano. De un pedagogo relevante. ¿Franquista? Quizás. Victor García Hoz. Connotado pedagogo, no obstante. Ya fallecido. Pero esa es otra historia.