jueves, 15 de enero de 2009

Aimé Césaire: Retorno al País Natal (6)

(poema traducido al castellano por Lydia Cabrera y editado por Molina y Compañía en La Habana -Cuba- en 1942; para ello tomó como base la primera edición del poema de Aimé Césaire, aparecido en la revista Volontés, en París, en el año de 1939, y titulado Cahier d'un retour au pays natal -Cuaderno de un retorno al pais natal-; después lo amplió; pero el que esté interesado por el poemario con esas añadiduras le recomendamos acudan a la editorial 'Fundación Sinsonte' que lo editó a finales del año 2007; nosotros lo reproduciremos tal cual, si bien en algunos trozos pondremos antes el original francés para el curioso que quiera compararlo con la traducción de la ilustre escritora cubana)



He aquí la sexta entrega:

(Encima del lecho en un pote colmado de aceite un cabo de vela, su llama baila como un grueso insecto... sobre la bacinica en letras de oro: GRACIAS)

Una vergüenza esta calle Paja,

un apéndice repugnante como las partes vergonzantes del villorrio que se extiende a diestra y siniestra a todo lo largo del camino colonial, con el oleaje gris de sus techos de chilla. Aquí no hay más que techos de paja que el salitre ha oscurecido y depilado el viento.

Todo el mundo desprecia la calle Paja. Allí se pervierte la juventud del pueblo. Es allí sobre todo donde derrama el mar sus inmundicias, sus gatos muertos, sus perros reventados. La calle desemboca en la playa y la playa es incapaz de contener la rabia espumeante del mar.

Desoladora también esta playa con sus montones de basura pudriéndose, furtivas ancas que aligeran la carga, y la arena es negra, fúnebre, jamás se ha visto una arena tan negra y en ella la espuma se desliza aullando y el mar, boxeando, la castiga a grandes golpes, o más bien bien el mar es un perrazo que lame y muerde las pantorrillas de la playa, y a fuerza de morderla, acabará por devorar la playa y con ella la calle Paja.

Al morir el alba, el viento de antaño, se levanta de las fidelidades traicionadas, del deber inseguro que se aparta, y este otro amanecer de Europa...

(Partir. Mon coeur bruissait de générosités emphatiques.
Partir... j'arriverais lisse et jeune dans ce pays mien et je dirais à ce pays dont le limon entre dans la composition de ma chair : 'J'ai longtemps erré et je reviens vers la hideur désertée de vos plaies'.

Je viendrais à ce pays mien et je lui dirais : Embrassez-moi sans crainte... Et si je ne sais que parler, c'est pour vous que je parlerai».

Et je lui dirais encore :
'Ma bouche sera la bouche des malheurs qui n'ont point de bouche, ma voix, la liberté de celles qui s'affaissent au cachot du désespoir.'
Et venant je me dirais à moi-même :
'Et surtout mon corps aussi bien que mon âme, gardez-vous de vous croiser les bras en l'attitude stérile du spectateur, car la vie n'est pas un spectacle, car une mer de douleurs n'est pas un proscenium, car un homme qui crie n'est pas un ours qui danse...')

Partir. Mi corazón resonaba de enfáticas generosidades.
Partir... llegaría joven y llano a este país y le diría a este país que es mío y cuyo limo forma parte de de mi carne... 'He andado errante mucho tiempo y vuelvo a la fealdad abandonada de tus lacras'.
Volvería a este país que es mío y le diría:
'Abrázame sin temor. Si tan sólo sé hablar, por ti hablaré'.

Y le diría más:
'Mi boca será la boca de tus desgracias que no tienen boca, mi voz la libertad de estas otras voces que se desploman en el calabozo de la desesperación'.
Y regresando me diría a mi mismo:
'Y sobre todo mi cuerpo y también mi alma, guardaos de cruzar los brazos en la actitud estéril del espectador, pues la vida no es un espectaculo, un mar de dolores no es un proscenio, un hombre que grita no es un oso que danza... '.

¡Y aquí estoy, he vuelto!


(continuará)

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