lunes, 8 de enero de 2007

E) ENCHARCADO


e) Encharcado

Nuestro Pequeño Pez Negro se des­lizó cascada abajo, cayendo en un charco. Al principio quedó un tanto aturdido, pero en­se­guida comenzó a nadar dando vueltas y vuel­tas alrededor del charco. Quedó maravi­llado, pues en toda su vida, nunca había
visto tanta agua junta. Estaba llena de re­nacuajos. Cuan­do vie­ron a Pequeño Pez Negro, gritaron burlándose de él:
--¡Eh! ¡Mirad esto! ¡Mirad esto!
--¿Qué clase de ser eres tú?
El Pequeño Pez Negro los exa­minó con mucha atención y les habló:
--No seáis desagradables, por fa­vor. Me llamo Pequeño Pez Negro. ¿Y voso­tros?
Uno de los renacuajos se pre­sentó:
--Nosotros somos renacuajos.
--Señores de la nobleza -com­pletó otro.
’--No existen seres más hermo­sos que nosotros en el mundo -aseguró un tercero.
Y un cuarto concluyó:
--Sí, claro, no somos tan feos y de­formes como tú.
Pequeño Pez Negro que los había escuchado pacientemente replicó:
--¡Quién hubiera pensado que fue­seis tan vanidosos! Pero... no importa. Perdo­no vuestra vacua y simple altanería porque sois unos ig­norantes.
Los renacuajos muy excitados gri­ta­ron todos a la vez:
--¿Quieres decir que no sabe­mos nada, que somos unos analfabetos?
--Si -afirmó Pequeño Pez Negro- y si no fueseis así de zotes, sabrías que existen en el mundo otros seres que también se sien­ten hermosos. Y por otra parte, vosotros... ni tan siquiera tenéis nombre propio.
Los renacuajos se enfadaron mu­chí­simo, pero como se dieron cuenta que tenía razón y no sabían que responder, cambiaron de táctica.
--Tú haces mucho ruido para nada; en cambio nosotros navegamos cada día por todo el mundo; y hasta hoy no habíamos visto a nadie más que a nosotros y a nues­tros pa­dres..., bueno..., a los gusani­tos..., pero ellos no cuentan.
--¡Será posible!, ¿cómo podéis hablar de nave­gar alrededor del mundo, si ni siquiera ha­béis sali­do de vuestro charco?
--¿Hay otro mundo fuera de nues­tro charco?
--Deberíais preguntaros, al me­nos, de donde viene el agua y qué hay fuera de ella.
--¿Qué significa "fuera del agua"? ¡Jamás hemos oído cosa igual!
--¡Ja, ja, ja! ¡Está completa­mente loco!
Y Pequeño Pez Negro también se rió con ellos de muy buena gana. Había lle­gado a la conclusión de que era mejor dejar a los re­nacuajos en paz y charlar un poco con su pro­genitora: tal vez ella...; y luego conti­nuar el viaje. Por eso preguntó:
--¿Dónde está vuestra madre?
El agudo croar de una rana lo asustó un poco. Estaba a la orilla del charco, encima de una roca; y saltó al agua, nadando hacia él.
--¿Me llamaba?... Aquí estoy. ¿Qué desea, se­ñor?
Pequeño Pez Negro muy edu­ca­da­mente respondió:
--Buenos días, señora.
Mientras hablaba, la rana iba acercándose poco a poco:
V)--¿Por qué haces grandes dis­cur­sos, ser primitivo? ¿Crees acaso que a los ni­ños se les pueden dar esos discursos? Dios es testi­go, y no miento, que he vivido mucho tiempo para saber que el mundo no es más que esta charca. Es mejor para ti que retomes tu ca­mino y dejes en paz a mis hijos.
A lo que respondió vivamente Pe­queño Pez Negro:
--¡Mira!, aunque vivas cien años más, mil años más... segui­rás siendo la misma rana ignorante y estúpida.
’ La rana se puso furiosa, salto hacia él, pero nuestro Pequeño Pez Negro se deslizó ágilmente hacia un lado, esca­pando como un rayo; removió el légamo y el charco se convir­tió en un torbellino de aguas sucias y malolien­tes.


CONTINUARÁ

No hay comentarios: