jueves, 21 de agosto de 2008

Un cantor para un pueblo: Horacio Álvarez Hernández

Santa Clara de Avedillo (Zamora) tiene un poeta. Se llama Horacio Álvarez Hernández. Los que como él tiene ese don se hacen portavoces del sentir de su pueblo. Son como los poetas nacionales que llevan la nación en su corazón. Por ellos habla el pueblo. Sirva de ejemplo estas rimas sobre, como él dice, 'una fiesta que no habrá'. Hay que decir que son un ejercicio de libertad de expresión, respeto y tolerancia democráticos. También de la fuerza que tienen las fiestas de mediados de agosto en los pueblos de España. Porque nacieron de la tierra, de las faenas del campo. Fiestas de raiz pagana aunque reciban nombres de vírgenes católicas, apostólicas y romanas.
También habría que decir aunque no es este el objetivo de estas letras a que, efectivamente, esas fiestas no se han celebrado. Y como nada se va sin dejar huella, le ha llevado al alcalde del PP de ese municipio, entre otras causas en las que no queremos meternos, a su dimisión como primer edil.
Las cuartetas (*) llevan por título, 'Comentario de una fiesta que no habrá'.

"Según el edil primero
de este pueblo, Santa Clara,
no habrá ni toros, ni nada,
porque, amigos... no hay dinero.

Entiendo que otros alcaldes,
desde hace bastantes años,
supieron hacer apaños;
O... ¿es que antes eran de valde?

En esta agreste campiña
de la Región (sic), es notorio,
que siempre en el consistorio
las arcas están vacías.

¿Es que esta corporación
-que ahora se ve impotente-
no ha visto el inconveniente
cuando tomó posesión?

Cuando alguien pisa el albero
debe de tener presente,
que siempre habrá inconveniente
para meterse torero.

Y si sale un toro malo
y dificil de lidiar,
nunca podrá delegar;
él tendrá que torearlo.

Que la gente que le aplaude
cuando lo ve en el cartel,
no debe de defraudarle
porque ha confiado en él.

Pero si éste en esa tarde
se atecha en el burladero
le gritará todo el pueblo
y lo llamará cobarde.

Por lo menos lo que haría
cuando llega esa impotencia
decirle a la concurrencia...
¡Confieso mi cobardía!

Y en ese mismo momento
debe decirle al usía:
'Desde ahora dejo mi puesto
para otro de más valía'.

Seguro que entre la gente
habrá alguien con más salero
que consiga algún dinero
aunque sea con los dientes.

Pues no se puede estar quieto
cuando uno tiene un deber,
aunque el debe y el haber
este mal ese momento.

Para estarse uno parado
mejer se queda en su casa,
porque eso es lo que nos pasa
al que estamos jubilado.

Este poeta 'chambón' (sic)
nada les puede exigir,
pero es libre en escribir
aportando su opinión.

Porque a esta corporación,
como personas, respeto
y tendrán todo mi afecto;
como dirigentes... 'non'.

Un espontáneo (sic)

(*) Estas formas de expresión poética popular poco se han estudiado. Y han tenido mucha importancia en la formación de los poetas nacionales. Por ejemplo, Juan de Yepes, elevado a los altares del catolicismo como San Juan de la Cruz, uno de los grandes poetas de la literatura española, estuvo muy atento a las coplas y composiciones populares. De las que tomó numerosas poesías.
Y ahora está surgiendo otro tipo de literatura que, algún día, tendrá que estudiarse. Nos referimos a las obras que muchos autores se autopublican. Las tiradas son de unos cientos de ejemplares, pero tienen su influencia en el entorno donde se mueven. Y esto crea opinión. Modela el gusto. Hay editoriales que viven de eso. Estamos leyendo ahora una de ellas. Se titula 'El hombre en piedra o arcilla' de Laraño Conde (1), nombre literario de Luis Pérez Conde. Es todo un cuadro de la clase obrera de los años sesenta, contada por uno de esa misma clase. Tendrá muchos defectos, habrá muchas faltas por una poco cuidada edición; tal vez necesite una mejor redacción; o sobren muchas palabras. Pero tiene numerosos chispazos poéticos. No cabe duda que puede servirle a otros como preciado material, aparte de ser una muestra sociólogica. No hay que despreciar lo que el pueblo va elaborando. Sería una manera de quitarle poder a las grandes editoriales.

(1) Laraño Conde: El hombre en piedra o arcilla; MADRID, Entrelíneas Editores, 2006

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