jueves, 5 de julio de 2012

Iswe letu: Un escrito borrado


MA GALIO, LOS MARTES

¿?.(*) tras la barra de Los ¿?.

¿?., a primeras horas de la tarde, se sorprende de la llegada de este cliente. Pocas veces viene alguien al bar a esa hora. La crisis se hace sentir. Y mucho. Por eso se sorprende. 

Está arreglando una de las máquinas tragaperras.

Lo mira. Es Ma Galio, Comandante del Puesto. Lo conoce. Deja sus herramientas de mecánico y se coloca tras el mostrador.

-¿Qué desea? No me diga que a esta hora le apetece un Valdepeñas con boquerones.

-No. Sírvame un café solo y una copita de Magno.

Ma Galio se suele tomar un café completo, es decir café, copa y puro, pero en casa. Mas hoy, tan primaveral, estaba todo tan... tan... tan tranquilo; los pájaros cantaban bulliciosos revoloteando entre los árboles del Castillo P. de M.; por el aire las aves volaban emparejadas; el ruiseñor dedicaba sus mejores trinos a su amada... que sintió de repente la llamada del amor. Quiso volar con Cupido

Para este caso le era esencial, a nuestro sabueso particular, Carolina, su esposa, mantecosa, católica, apostólica y romana y... no... no... no estaba receptiva a las endechas de nuestro guardia civil. Se dijo para si que lo mejor era irse a dar una vuelta por el pueblo. Acercarse a las gentes. Poner en práctica lo que recomendaba a sus subordinados. Y pensado y hecho: cogió la novela 'Con el agua al cuello' y se fue.

¿?., el dueño del bar, manipula la cafetera. Ma Galio le pregunta:

-Oiga, ¿qué es eso de Los '¿?'?

-Bueno, algunos le llaman así pero el bar se llama Los ¿?.. ¿Los '¿?'.? Es sobre Las ¿?. Pero eso seguro que usted puede saberlo casi mejor que yo.

¿?. le explica que el local antes de estar él se llamaba Bar T. Cuando lo arrendó lo transformó de arriba a abajo. Invirtió buenos dinero. Luego con los parientes, amigos y conocidos que le ayudaron a remodelarlo le pusieron 'Los R.'. 

¿?. vendrá de r. que es la pieza redonda de los escudos de armas. El de Las ¿?. tiene ¿? r. Supone Ma Galio que es a eso a lo que se refiere ¿?. cuando le dice que es sobre Las ¿?.

El Comandante del Puesto, observador agudo porque le va, a veces, la vida en ello y su profesión se lo exige, admira los detalles de sillas, mesas y decoración de paredes; calcula la profundidad: unos 25 metros mas o menos. Es relativamente estrecho aunque con la holgura suficiente para poder tener mesas de juego para las partidas de los fines de semana, sin que molesten a los que se acodan en la barra. Domina el color marrón. Sin luces artificiales un tanto oscuro. Pero agradable.

Ma Galio retiene estos detalles y otros mientras ¿?. atiende, primero a unas chicas que enseguida se sientan en la terraza de la acera, luego a un hombre y a continuación a dos mas.

-Para ser a esta hora casi intempestiva no se puede quejar de clientes.

-No me quejo. ¿De que me serviría? De nada. Pero... vamos a ver... esto no es nada. Uno viene a lo que viene... los otros, que reparten las bebidas, a lo mismo... 

-Quiere decir que se percibe la crisis.

-¿Que si la noto? ¡No voy a notarla! Llevo ya dos o tres años que nada: lo comido por lo servido y con la soga al... -se para y mira al libro de Ma Galio- con el agua al cuello como reza el título de su libro.

-¿Tanto?

-El bar ha tenido días mejores. Hemos servido a los clientes hasta seis o siete personas. Ahora... mi mujer y yo.

Ma Galio le dice que algo se podrá hacer. Fomentar el turismo, por ejemplo. ¿?. no sabe. Ni aunque estuviera en su mano sabe como arreglar esto. Ni en opciones políticas. Porque, además, es neutral. No entiende de política y trata a todos por igual.

-Tanto si es S., o S... Bueno, usted no los conoce. Son clientes de distintas formas de pensar. Los habrá visto por aquí.

Y le dice a Ma Galio, Comandante del Puesto, que de pocas cosas está seguro. Si acaso, quizás, y sin ninguna reciedumbre porque ha tenido en el bar a algunos rumanos, haya demasiados emigrantes.

-Eso me parece.

Por lo demás, su mundo son las cuatro paredes del bar. Llevando años de casa al trabajo y viceversa. Siempre trabajando. Desde muy joven. No sabe cuantos años que no ve el campo. Eso dice. Ha sido albañil y panadero. Aunque tiene que decir que la mayor parte de los años los ha pasado currando en la hostelería de camarero. Antes de abrir este establecimiento estuvo en el bar M.

-Pero me enamoré de la hija de uno de los dueños. Hoy es mi mujer. Empezamos a salir juntos. Y era. no sé, un poco violento el estar cerca de su padre. Por eso me embarqué en esta aventura. Y ahora...

-Observo que ofrece un vaso si se bebe un tipo de cerceza. Otros por ahí inventan otras salidas para atraer clientes.

-Ya. Incluso bajan los precios. Yo no. Además, no puedo. Demasiado hago con no haber subido las consumiciones. Es un acto de resistencia porque a mi, cada año, me suben los precios.

-¿Si? ¡Qué lumias!

-¡Lumias! Todos los años subida de precios de los productos. De modo que a resistir. Y a esperar al verano a ver que tal se da... Las ganas de vacaciones, los deseos de asueto, de tiempo libre, siguen en la gente. Hasta los fines de semana se llenan Las N. de visitantes. Pero... no entran al bar.

-Bien, ¿?. Me tengo que ir. Un placer hablar con usted. ¿Qué le debo?

-El placer es mío, señor Ma Galio. No me debe nada. Hoy le invito yo.
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(*) A instancias de ¿?, el entrevistado, se borró este escrito de la página web llamada 'elnaviero' pues al parecer recibía llamadas telefónicas en la que le expresaban el disgusto de que hubiera sido entrevistado por el personaje inventado Ma Galio. De modo que todos los nombres propios que aparecían se les ha sustituido por una interrogación (¿?) o letra inicial.

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